miércoles, julio 12, 2006

[agustin_laje] Nadie pedirá perdón por defender a la PATRIA

El 24/5/2006 los militares hicieron un acto por los muertos civiles y militares, en manos del terrorismo, que fueron siempre olvidados.

El gobierno falseó los hechos, tratando de sacar un rédito político y arremetió contra los militares en actividad y en retiro para sacarlos con el rabo bajo las patas.

Burdamente pintó el acto cívico militar, como reivindicatorio del "terrorismo de estado", del proceso militar, etc, etc, y hasta le dio alguna capacidad golpista. Son "emisarios del pasado y profetas del odio", una "ultraminoría mesiánica que no se va a imponer y carece en absoluto del derecho de querer atribuirse la representación del Ejército y de las Fuerzas Armadas", dijo con total desparpajo la Ministra de Defensa.

Más adelante expresó "Los resentimientos no pueden conducir con irreflexión a jóvenes oficiales a la cancelación de sus carreras", no Ministra, nosotros no damos de baja a nadie, serán sus resentimientos y el del presidente los que persiguen o dan de baja a esos Oficiales.

Se equivocó nuevamente el extra Ordinario presidente, no va a arrear a quienes le han dado la oportunidad por tantos años a la sociedad de restañar las heridas, de conciliarse consigo mismo y con sus instituciones, de buscar entre las cenizas los valores que quedaron enterrados, de lamerse sus heridas y afrontar un futuro con esperanzas.

Que nada de eso haya sucedido, ya no da licencia para seguir soportando y he ahí el mensaje que deberá entender la clase política responsable de tantos males, a esta altura, NO VAMOS A PEDIR PERDON POR HABER DEFENDIDO LA PATRIA.

No aceptamos a terroristas señalando con el dedo acusador.

No vamos a admitir que los sistemáticos violadores de los derechos humanos, capitalicen para si y su absurda causa de impunidad, un Derecho Universal.

No estamos de acuerdo en que defenderse de una agresión, tenga el mismo estatus que el agresor. La respuesta del ofendido por desmesurada que sea, jamás está a la misma estatura moral que la del ofensor.

Basta de las frases hechas que se dicen como verdad revelada y no admiten debate, ni discusión.

Basta de decirles ex-militares a quienes mantienen dicho estado por vida o hasta que medie una situación que justifique su pérdida.

Basta de llamar genocidio a lo que no responde a dicha tipificación, porque si el problema es el número, veamos que son los 6000 muertos por año en manos de la violencia (cerca de 87.000 en los 23 años de este nuevo período democrático).

Basta de identificar represor con militar, no es lo mismo, lo primero es consecuencia de una situación transitoria que eventualmente le puede haber tocado ejercer por imperio de su función, lo segundo es su estado o profesión.

Basta de mencionar Dictaduras por Gobiernos Militares, en nuestro país los gobiernos militares formaron parte de la alternancia política por defección de la clase política y muchas veces a instancias de ésta. Los gobiernos militares han sido una realidad histórica de carácter cívico militar, ni buenos, ni malos, simplemente una realidad (no vaya a ser cosa que la sociedad haga un balance).

Basta de desaparecidos, salvo que nos estemos refiriendo a los terroristas desaparecidos, en ese caso si es digno de mención, porque primero esta sus condición de tales y no la pretendida invocación a jóvenes, idealistas e inocentes sobre la que descargaron sus bajos instintos los militares, que a la sazón en dicha época también eran jóvenes, casi tanto como ellos.

Basta de 30.000, salvo que sea abogado y este pretendiendo movilizar las indemnizaciones que solo le correspondería a poco más de 8.000 familiares de terroristas.

Basta de la teoría de los dos demonios, no es lo mismo ser terrorista de las Bandas Marxistas o AAA que haberlos combatido desde el estado, no es lo mismo planear en las sombras de la noche, como poner la bomba bajo la cama del General Cardozo, o en el departamento del Almirante Lambruschini, que operar en la noche para capturarlos y no dejar impunes esos crímenes.

No es lo mismo recurrir a soluciones extremas para evitarle a la nación 20 años de muertes, inseguridad e inestabilidad con terrorismo crónico como en Colombia o Perú, que decidir cortar de cuajo y en dos años devolver la paz a la Nación. Ese mismo criterio decidió la bomba nuclear de Nagasaki e Hiroshima.

No es lo mismo haber gobernado el país, asumido riesgos y permanecer en su casa, con sus escasos recursos, enfrentando el odio, la venganza y la revancha, que huir al amparo de organizaciones internacionales, refugiarse y elaborar con sus patrones la venganza, regresar y cobrar indemnizaciones, recibir homenajes y hasta cargos, exhibir injustificables formas de vida personales y familiares que solo son posibles desde el usufructo de su carrera delictiva o el latrocinio desde sus cargos públicos.

No es lo mismo ser una Madre de Plaza de Mayo, que la madre de un terrorista que murió por lo que creía, ese combatiente siempre tiene nuestro respeto, aun equivocado, dio lo mejor de si por su ideal y ese dolor de madre merece nuestra comprensión y solidaridad. Los militares no odiamos a nuestros enemigos, solo los combatimos. Las Madres de Plaza de Mayo, son la reivindicación de la lucha armada, las responsables de haber educado a sus hijos en el odio y solo buscan la revancha.

No es lo mismo llamarse Videla que Gorrearan Merlo, por ser Videla se estará preso y haciéndose responsable de sus actos, con dignidad, ante adversarios que lo han demonizado, donde nadie quiere ser nombrado junto a él inclusive los mismos que antaño se sentían honrados, mientras si se es Gorrearán Merlo, se podrá atacar en plena democracia un cuartel, matar a inocentes jóvenes que cumplían con su deber ciudadano, contar con tres presidentes que fuercen su salida en libertad y arrastrar al mismo venturoso destino a una veintena de terroristas que a sangre y fuego enlutaron la Nación, mediante un cálido rejuntado de Montoneros, Erpianos, organizaciones de Derechos Humanos y hasta un Cura Tercermundista, todos ellos unidos en una nueva Orga terrorista llamada MTP. HOY TODOS EN LIBERTAD.

El 24 de mayo, señor presidente, Ud. se metió con nuestros muertos y comenzó un fracaso del que no ha de regresar, pues solo se puso en evidencia una vez más, su mediocridad, su incapacidad para ser objetivo, su falta de gabinete, de honestidad intelectual e idoneidad de sus miembros para aconsejarlo sabiamente, su oportunismo de barriada sureña, su soberbia de nuevo rico, su extra Ordinaria personalidad, que nos llena de vergüenza ajena, pues jamás ha estado a la altura del cargo que por accidente ostenta.

Los términos de poder que Ud. maneja y los tiempos, no son los nuestros, Ud. exhorta a que el que no esta de acuerdo con Ud. y su séquito de alcahuetes se debe ir, pero nosotros creemos que el Ejército es una Institución permanente incluso preexistente a la propia nación, mientras que los gobiernos son transitorios y el suyo también pasará. Su tiempo es el 2007, la reelección y cosas por el estilo, el nuestro es el de las circunstancias, esas mismas que de la noche a la mañana pusieron de manifiesto su debilidad y hasta le insertó un adversario, así que ya no está solo, mucha plata habrá que derivar para contrarrestarlo, muchos dineros habrán de migrar a los medios adictos que estarán siempre atentos a mejores ofertas. Lo que siempre se dijo, sucedió "cuando trastabille, harán cola para pegarle", es la consecuencia a sus malas artes, si pagó siempre por amor, bánquese estar solo en el sepelio!!!.

Sr. Presidente, Sres Montoneros y afines en funciones de gobierno y organismos para estatales como CELS, Universidad de Madres de Plaza de Mayo (cosa increíble si las hay), etc.

NO LES TENEMOS MIEDO!!!!!!!!!

Y TENEMOS EL PODER DE LA RAZON Y DE LA HISTORIA.
(anónimo)

Lo saluda atentamente:

Agustín Laje - Argentinos por la Memoria Completa : FILIAL CÓRDOBA