sábado, julio 15, 2006

Angelelli Pinto - Relato

8/11/2005
DERECHOS HUMANOS

“CADA DÍA REDESCUBRIMOS LA PROPUESTA DE ANGELELLI


El 4 de agosto de 1976, cuatro meses después del golpe de Estado, fue asesinado en Punta de los Llanos el entonces obispo de La Rioja, Enrique Angelelli. La causa fue caratulada en principio como accidente, pero ya en democracia, en 1986, la Justicia determinó que se trató de un homicidio calificado. El proceso quedó paralizado gracias a las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, pero la declaración de inconstitucionalidad de las "leyes del perdón" posibilitó que hace un mes se reactivara.
La reapertura del caso Angelelli, un obispo comprometido con los pobres y símbolo de la lucha y el compromiso social durante los años de dictadura en Argentina, reaviva el necesario ejercicio de la memoria. Además, redescubre permanentemente a un hombre que se ha convertido en un símbolo de quienes eligen la opción por los pobres "con un oído puesto en el pueblo y otro en el Evangelio", como decía el propio obispo.
Periodismo Social obtuvo ahora el testimonio de Arturo Pinto, el hombre que acompañó a Angelelli en su misión pastoral y el único testigo de su asesinato. Pinto viajaba con el obispo cuando en Punta de los Llanos un auto cerró el paso de la camioneta en la que viajaban y la hizo volcar.

"Me siento privilegiado y como un inmerecido testigo, bendecido por la sangre del mártir... y lo llevo en mi vida como un tesoro", dice Pinto cuando se le pregunta sobre "la carga" que significa ser el único testigo del asesinato.
"Hoy sigo en este lugar y siento su palabra " hay que seguir andando nomás", y resuena en nuestras vidas su mensaje inclaudicable: "con un oído puesto en el pueblo y otro en el Evangelio". Cada día seguimos descubriendo el meollo que tiene la propuesta pastoral de Angelelli. Plenamente pastor, afectuosamente humano y con preferencia cariñosa por los pobres y crucificados de este tiempo", agrega.

¿Que opina de la reactivación de la causa? ¿Ud ya declaró?
-Estoy muy interesado en la causa de Angelelli y me parece fundamental que se esclarezca. Además, no es el único caso de muertes dudosas de obispos, engrosando la gran lista de muertos desaparecidos. Si ya se abrió la causa, aún no fui citado.

El obispo que incomodaba
Arturo Pinto era sacerdote cuando acompañaba a Angelelli. Hoy con 64 años está casado, tiene tres hijas y un nieto y se dedica a trabajar con comunidades indígenas del norte argentino
Angelelli denunciaba las opresiones hacia los humildes desde sus homilías y cartas pastorales y fue un precursor en el uso de la radio para hacer llegar sus mensajes. Promovió las escuelas rurales y las cooperativas de trabajo; reclamaba por las condiciones laborales de los campesinos, lo que costó agresiones físicas a sacerdotes y laicos que lo acompañaban.

-¿Cómo conoció a Angelelli y cuál era su relación con él?
-Conocí al obispo Angelelli durante mis estudios superiores en el Seminario Metropolitano de Córdoba. Allí, en esos años (los sesenta mas o menos), Angelelli era obispo auxiliar de la Arquidiócesis y fue puesto como director o rector del seminario , aparentemente con la idea de que molestara menos. De todos modos, la calidad humana y pastoral de Angelelli hizo que desde ese lugar también incomodara. Nosotros tuvimos la suerte de su presencia y estando en los últimos momentos de nuestra estada allí se nos permitió salir a distintas parroquias para tener ya un contacto pastoral , fueron años fecundos de la formación. Gracias a esta actitud inclaudicable, lo designan obispo diocesano en La Rioja. Casualmente terminé mis estudios y fui consagrado sacerdote en enero de 1969. Esa consagración se realizó en Villa Unión, la parroquia de mis padres, y fue en plena calle frente al templo parroquial, claro gesto de apertura en la Iglesia riojana postconciliar. Recién consagrado ejercí tareas pastorales en la ciudad de Chilecito y luego Chamical y tempranamente asumí como párroco en la ciudad de Aimogasta junta al actual obispo de La Rioja, que cumplía tarea diaconales en la diócesis, allí fui Vicario Episcopal para la zona norte de la Provincia hasta el año 1976 .

El relato del asesinato: el antes y el después
-¿Qué recuerda del 4 de agosto de 1976?
El día 3 de agosto nos reunimos con el Obispo de modo expreso los sacerdotes con funciones mas cercanas para evaluar la situación .Ese día se habló de muchos temas, hoy puedo decir que "gracias" a la clandestinidad obligada que sufrimos no hay documentación de estos diálogos. Pero sí entre otros temas recuerdo que hablamos muy largamente del peligro inminente que corría la persona misma del obispo, le insistimos que tomara alguna distancia física, en realidad tenia muchas invitaciones desde el exterior. Fundamentamos este consejo en las numerosas amenazas recibidas telefónicas, escritas y con los asesinatos realizados en forma descarada y prácticamente a la vista de toda la población provincial. Angelelli con mucha serenidad dijo "no es conveniente que me haga a un lado porque al que buscan es a mí y no voy a escapar". Angelelli dibujó en un papel un circulo de mayor a menor, en forma de espiral señalando con puntos donde se encontraban los sacerdotes, donde el laico y para decir aquí estoy yo y aquí me van a encontrar, concluyendo "el pastor no abandona a sus ovejas".

-¿Qué recuerda del momento del accidente?
-En el momento del "accidente" recuerdo con claridad que Angelelli conducía, que yo me mantenía como acompañante y hablábamos de unas religiosas que habían ido a verlo por unas cuestiones según él menores y decía "con el baile que estamos y estas...".
De repente sucedió algo muy rápido, como que un segundo vehículo nos hubiera alcanzado imprevistamente y que nos interceptaba el paso produciéndose una explosión.

El cadáver de Angelelli se encontró a más de 20 metros del lugar, con el cráneo destrozado y los brazos en cruz. Las pericias determinaron que estuvo tirado en el camino durante seis horas. Arturo Pinto ha declarado que perdió el conocimiento.


-¿Llevaban documentos importantes ese día que estaban relacionados con las muertes de los padres Murias y Longueville?
-Llevábamos con nosotros todas nuestra pertenencias, incluso nuestras biblias y cuadernos o carpetas de apuntes y documentaciones. Todo desapareció. Angelelli llevaba toda la recopilación de testimonios de las entrevistas realizadas durante su estada, desconozco si ya había escrito su anunciado documento para Roma. Posteriormente recuperamos la mayoría de esas pertenencias, no así nuestras carpetas o
cuaderno de apuntes o notas, existen testigos de esto .

(Ver relato completo: El asesinato y las circunstancias)

-¿Qué paso cuando Ud. reaccionó?
-Reaccioné cuando era trasladado a Córdoba, recuerdo que estábamos saliendo del hospital de Chamical , esto porque reconocí a alguna enfermera .
Después de ser operado en Córdoba, donde según mi hermano unos desconocidos pretendían entrevistarme, al enterarme de la alta médica pedí ir a la casa de un hermano allá. Estando en la casa de mi hermano Fray Antonio me entero del final del Obispo, cuando me contó yo le dije "me lo imaginaba".
Allí permanecí 45 días y luego regresé a Aimogasta , para ello pedí al especialista un certificado de tratamiento porque era habitual ser interrogado y no era para felicitarnos. Volví a Aimogasta para las fiestas patronales y luego fui trasladado a la parroquia de San Blas de los Sauces, allí estuve de párroco junto a otro compañero ..
Al cumplirse el primer aniversario del asesinato de Angelelli, luego de los funerales y no habiendo pasado absolutamente nada con aquel terrorífico suceso, me presenté al nuevo obispo en La Rioja y le solicité un año de dispensa, no hubo problemas. Al cumplirse el primer año regresé a La Rioja y le pedí la dispensa definitiva. A esto el obispo contestó que iría a volver a lo cual le contesté que él no conocía a los riojanos y menos a mí.


-¿Por qué dejó el sacerdocio?
-Dejé el ministerio porque una experiencia eclesial como la que vivimos en La Rioja estaba cerrada y cerrada con el asesinato no aclarado del obispo. Una segunda razón es que no estoy de acuerdo con la obligación celibataria para ejercer el ministerio. Soy partidario de la libre opción, sí bien mientras ejercí el ministerio fui plenamente fiel a mi promesa ante Dios.

-¿Qué hizo después?
-Me fui a Río Negro donde trabajé en un empresa petrolera y luego al sentir mucha soledad y extrañar enormemente decidí trasladarme a Buenos Aires, donde viví trabajando, me casé con mi señora actual y allí en forma conjunta decidimos venir a Formosa .

-Busco distintos destinos ¿se sentía perseguido?
-Durante mi estada en Buenos Aires tuve siempre conciencia de que era vigilado porque de vez en cuando tenía una clara señal de que me tenían bien ubicado, supongo que ciertos "servicios". Esto sobre todo por llamadas telefónicas en claves. Por ejemplo en una oportunidad me preguntaron si era verdad que había sufrido un grave accidente en La Rioja. También recibía llamadas telefónicas con ruidos numerosos, voces de niños, música.....

-Con el retorno de la democracia ¿qué paso con la causa del asesinato del obispo y con Ud?
-Con el retorno de la democracia, fueron varias mis declaraciones. La primera, desde Buenos Aires por exhorto, porque no era aconsejable viajar. En otra, fui acompañado por una profesional del CELS. La última fue en Córdoba, ante el juez Aliaga García. Tuve la sensación de que ahí se sepultaba todo, y así fue...

-Mientras gobernó Carlos Menem La Rioja ¿hizo algo por esclarecer la muerte del obispo?
-
No me consta que Carlos Menem hubiera hecho algo, pero, tampoco la Iglesia jerárquica, salvo honrosas excepciones conocidas por todos.

-¿Por qué se impone hasta hoy -pasados 30 años de su asesinato- la figura de Angelelli?
-
La figura de Angelelli es como la de los mártires de otros tiempos en la Iglesia universal, que fueron semillas de nuevos cristianos. Además, estamos ante un gran Profeta.


Desde 1985, Arturo Pinto trabaja en la pastoral aborigen, "entendida no como anuncio explícito de la Biblia -destaca- sino como la evangelización para la promoción social. Este equipo desde hace dos años se ha convertido en la Asociación Civil "Equipo para la promoción y el acompañamiento solidario". Hablaba de evangelización y no de anuncio explicito porque las indígenas son anglicanos, por su decisión o por una última conquista. Mi tarea o área de trabajo es como promotor comunitario con prioridad en la organización comunitaria, derechos o asuntos legales, la parte política de la institución, el relacionamiento. Somos un equipo interdisciplinaria y trabajamos en articulación con otras equipos e instituciones".