sábado, noviembre 11, 2006

GLADIUS 66La soberbia...3ra parte.

GLADIUS 66. DE LA SOBERBIA A LA IDEOLOGÍA.

P..Ramiro Sáenz…3ra parte.

...por esta razón, desde San Gregorio no se le suele enumerar entre los vicios capitales sino como por encima de todos ellos: “ Cuando la soberbia, reina de los vicios (vitiorum regina ), se hace dueña del corazón, lo entrega a los siete vicios capitales, lo mismo que a capitanes de devastación, de los que nacen muchos vicios “.-Morales 31; cit por Santo Tomás II-II.162,8- “ Es la ruina de todas las virtudes “- San Isidoro de Sevilla, Etimologías, cit por Santo Tomás en II-II,162,2 ob 3-. Es el “ más importante entre los vicios capitales “ - Principalius capitalibus vitis. Ibid, a 8 ad 3.-Tales expresiones no son exageradas pues no sólo destruye su opuesta, la humildad, sino que es capaz de derrumbar todo el edificio espiritual y hasta de las mismas virtudes puede hacer ocasión de pecar.

Analizando la doble afirmación de la Escritura : “ La soberbia es principio de todos los males “ ( 1 Tim. 5,10 ) y “ La avaricia es raíz de todos los males “ (1 Tim 5, 10 ). Santo Tomás percibe el vínculo escondido que une ambos vicios capitales, los más nocivos entre todos :

En el orden de la intención es el fin quien tiene razón de principio. Y en todos los bienes temporales, el fin que el hombre busca es poseer cierta perfección y excelencia.

Por este lado la soberbia, que es el apetito por excelencia, se pone como principio de todo pecado.

En el orden de la ejecución, en cambio, es primero todo lo que ofrece oportunidad de satisfacer todos los deseos pecaminosos, y tiene razón de raíz, como son las riquezas- I-II,84,2-

He aquí aclarada la relación no sólo de la avaricia y soberbia, sino el origen del espíritu burgués y la ideología en su expresión más acabada : el marxismo.

Efectos .Este amor desordenado de sí que aparta de la luz Divina produce un sutil oscurecimiento de la inteligencia. Si bien este hábito está en la voluntad, pues es un apetito, de la unidad del sujeto surge esta inevitable consecuencia. Bien observaban Aristóteles y San Tomás que “ lo que se desea con ardor se cree fácilmente “-II-II,162,3 ad 2 –Ese amor de sí desvía el entendimiento de la verdad, de la luz, y se hace vulnerable a los más catastróficos engaños que afectarán su existencia. El hombre se sume en las tinieblas , pues “ cuando la conciencia, este luminoso ojo del alma, llama “ al mal bien y al bien mal “ ( Is,5,20 ), camina ya a hacia su degradación más inquietante y hacia la más tenebrosa ceguera moral –Juan Pablo II, encíclica Evangelium vital,24-En contrapartida, el hombre aplicará las fuerzas de la inteligencia al servicio del apetito desordenado de su excelencia. Podemos entrever entonces que de una tal actitud del espíritu puede surgir en el orden social desde una cruel tiranía hasta un sistema filosófico.-Garcia Vieyra, A., La soberbia, Mikael 31,p 76-

Sigamos el prolijo análisis de Santo Tomás para hondar el tema.

Este amor desordenado produce un doble alejamiento de la verdad..

Uno indirectamente. El soberbio es incapaz de esa docilidad necesaria al espíritu humano para ser enseñado por otro, y mucho más, por Dios. No escucha, no acepta otra opinión, no aprende de los demás. Él es creador de su propia verdad y bien, él se convierte en la regla y medida de todas las cosas .De allí nace ese mundo ficticio que existe sólo en su subjetividad. Es la pérdida del realismo, del contacto con “ la verdad de las cosas “, como dirían los antiguos. Ya no es la inteligencia que se deja moldear por el ser de las cosas..Él crea su verdad, su moral, su religión. Santo Tomás recalca con frecuencia, siguiendo a la tradición, que en el soberbio se corrompe la “ vera existimatio-ibid 4 ad 1- de la realidad, la “cognitio veritatis “ –ibid 3 ad I –Tal como lo afirma el Evangelio: “ Has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes ( soberbios ) y las has revelado a los pequeños ( humildes )” ( Mat.11,25 ).

Directamente impide el conocimiento afectivo (cognitio affectiva ) de la verdad al “ deleitarse en su propia excelencia “. Sienten verdadero “ fastidio “ por la verdad-Excellentiam veritatis fastidim. Ibid.-y por lo tanto no sólo no la buscan con ahínco sino que les produce rechazo. Claro que no se trata de una cerrazón e incapacidad para el conocimiento de las ciencias experimentales ni las matemáticas ni todo aquello que no le cuestione en su yo sobredimensionado..Mas al contrario. Puede agudizar su inteligencia para adquirir ,más riqueza, poder, fama, etPublicar a continuación de la 2da. Federico.c. Esta actitud del espíritu explica la facilidad con que algunos sintonizan con todo lo bueno, verdadero, noble , justo. Otros ,en cambio, con todo lo falaz, hipócrita, malo, feo, innoble, injusto. He aquí dos actitudes injustas: la del humilde y la del soberbio. “ Para los ojos enfermos es odiosa la luz, que sin embargo para los puros es agradable “, dirá San Agustín.

Hablando San Pablo de los incrédulos, dice que “ cegó el dios de este mundo “ (2 Cor.4,4 .) Refiriéndose a estos últimos tiempos, afirma que los hombres “ no soportarán la sana doctrina sino que se buscarán maestros conformes a sus pasiones “ ( 23 Tim.4,3 )

Apartada la inteligencia de la realidad, de la luz, por la que no siente amor sino ya aversión , se lanza a elaborar ideas que sustituyan su natural actitud contemplativa. Crea así un mundo puramente imaginario. Pura subjetividad. Luego seguirá el frenesí por la acción, por construir un mundo nuevo habitable, donde satisfacer sus apetencias de felicidad . Toda esta construcción de ilusiones seguidas de trágicas consecuencias es lo que se llama utopía..

(continuaremos con la 4ta. Parte: Gravedad. El Director.)