lunes, diciembre 18, 2006

HISTORIA DEL SABLE DE SAN MARTÍNInt. 15-XII-06

HISTORIA DEL SABLE DE SAN MARTÍN.

Por Jorge María Ramallo.

(Revista del Inst. de Inv. Hist. JUAN MANUEL DE ROSDAS.Nº 20. 1959.)

Introducción.

¡ Milagro de la gloria

Tu espada, San Martín, hizo el prodigio;

Ella es el lazo que une

Los extremos de un siglo ante la historia ,

Y entre ellos se levanta,

Como el sol en el mar dorando espumas

El astro brillador de tu memoria.

Olegario Víctor Andrade.

“ San Martín “, 1878.

Entre los objetos que le pertenecieron al Libertador Don José de San Martín, se destacan, con caracteres incuestionables, el sable que utilizara en sus campañas de la América del Sud. A tal punto que constituye, sin duda, las más preciada reliquia histórica expuesta a la veneración de los argentinos, por loo que representa como símbolo0 de la libertad de los pueblos que bajo su égida lograron ser dueños de su destino.

Por ello, por el extraordinario valor intrínseco que encierra, hemos querido trazar la vasta trayectoria cumplida por el glorioso corvo sanmartiniano, desde el momento en que el Libertador lo obtuviera, en Londres , hasta el de su ingreso en el Museo Histórico Nacional (* ) casi nueve décadas después.

Queda pues establecido que el protagonista de esta historia es el sable, a través de cuya posesión van surgiendo los distintos acontecimientos que se suscitaron en su torno.

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Debemos advertir, además, que la escueta alusión al proceso de la gesta sanmartiniana, obedece al propósito de no incurrir en la repetición innecesaria del análisis de hechos conocidos. El lector cuenta con ello con una densa bibliografía especializada. Solamente hemos trazado una fugaz reseña de los acontecimientos fundamentales, cuya mención era imprescindible para seguir el itinerario del sable. En cambio, nos hemos detenido para considerar ampliamente los aspectos más estrechamente vinculados con el pasaje del sable de un poseedor a otro, hasta llegar a su destinatario definitivo: el pueblo argentino.

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Digamos por último, que los lineamientos generales de este trabajo sirvieron de temas a una conferencia que hemos pronunciado en el Instituto de Extensión Universitaria de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, de la Universidad de Buenos Aires, el 13 de marzo de 1952. Enriquecido posteriormente el tema con nuevo acopio de elementos, lo expusimos en otra conferencia , en el Instituto Juan Manuel de Rosas de Investigaciones Históricas, el 26 de agosto de 1954.

En la primera oportunidad fuimos presentados por nuestro malogrado amigo, el doctor Norberto Getino, a quien dedicamos un emotivo recuerdo. En la segunda, por el Sr. Alfredo Ortiz de Rosas. Bisnieto del Ilustre Restaurador de las Leyes. Como en ambas ocasiones no encontráramos editor que publicara nuestro trabajo, aguardamos la oportunidad que recién ahora se ha presentado.

EPOPEYA.

“ Aquel sable era como la tempestad ;

por donde iba pasando tronaba “

Lepoldo Lugones.

“ Esta reliquia heroica, que representa

la libertad de cinco naciones, y es el recuerdo más hermoso del gran guerrero “…Ernesto Quesada.

I. San Martín en Londres. Adquisición del sable. Arribo a Buenos Aires- II. Determinación acerca de si San Martín utilizó o no el sable corvo en el combate de San Lorenzo.-III. Estada en Tucumán, Córdoba y Mendoza. Campañas de Chile y Perú. El sable como paralelo de la gloria de San Martín.- IV. Otra vez en Chile, Mendoza y Buenos Aires. Partida para Europa. El Sable no le sigue.

En setiembre de 1811, el teniente coronel D. Joa. Francisco San Martín, abandona la ciudad de Cádiz, en España,, para iniciar el nuevo derrotero que le señalaba imperiosamente su destino.

Años después, en plena campaña de la emancipación americana, escribía de sí mismo : “ Yo servía en el ejército español en 1811: veinte años de honrados servicios me habían traído alguna consideración, sin embargo de ser americano ; supe la revolución de mi país, y al abandonar mi fortuna y mis esperanzas, sólo sentía no tener más que sacrificar al deseo de contribuir a la libertad de mi patria…”- Del manifiesto que el general San Martín dirigió desde Valparaíso a los habitantes de las provincias del Río de la Plata el 22 de Julio de 1820, Adolfo P. Carranza, San Martín, Buenos aires, 1905,páginas 147-49. Ricardo Rojas, El santo de la espada , Buenos Aires, 1933, páginas 244-50.-

Se traslada primeramente a Londres y allí próxima su partida para las tierras americanas, como intuyendo la magnitud le da la colosal empresa que iba a acometer en el nuevo continente, resuelve munirse de un arma digna de tan trascendental presentimiento.

Y un día de ese mismo año adquiere un curioso sable morisco, de hoja alfanjada, que había de acompañarle en toda la guerra de la independencia de la América del Sud.- “ El sable es de fabricación inglesa. corvo, liviano, y se conserva admirablemente”. ( Ernesto Quesada, Las reliquias de San Martín. Estudio de las colecciones del Museo Histórico Nacional, 3ª edición, Buenos Aires, 1901, pág 122 ). “ La hoja es de templado acero, curva, alfanjada con lomo redondo, la empuñadura de cruz, con rectos gavilanes de bronce, y las cachas negras de asta de búfalo. Por una perforación practicada en el extremo final de la misma, pasa el cordón granate de la dragona, que remata en una pequeña borla plateada. La vaina mide 87 centímetros , es de curo negro granulado, con brocal liso y contera adornada con dibujos hechos a cincel, siendo ambas partes de bronce. La boquilla corre sobre el lomo del brocal; y al finalizar la contera, por medio de una espiga, está pendiente una pequeña ruedita de acero. Dos abrazaderas de bronce en relieve, con anillas proporcionalmente superpuestas complementan la guarnición de la histórica pieza que en total mide 95 centímetros “. ( E.M.S. Danero, Así llegó a Buenos Aires el sable del Libertador, Revista Argentina , Buenos Aires, 1950, NHº 15, pág.18.)

Poco después San Martín. Con otros americanos, se embarca en la fragata George Canning rumbo al lejano Río de la Plata, y el 9 de marzo de 1812, al pisar nuevamente el suelo patrio lo hace llevando consigo el sable corvo, símbolo augusto de la estirpe guerrera americana.

Desde entonces, el sable se convierte en el paralelo de su gloria, siendo inseparable compañero de sus portentosas hazañas militares,

A estar con la versión tradicional, casi un año después, el 3 de febrero de 1813, ya reluce triunfante en su bautismo de fuego americano, en san Lorenzo, conduciendo a sus intrépidos granaderos hacia la victoria.

(*) Este Director, cuando estudiante de Medicina ,visitó el Museo Histórico del Parque Lezama, en Bs.As. , y en un de sus salas, en el centro ,sobre un mesa vidriada- no recuerdo si redonda u octogonal –estaba el sable glorioso, que posteriormente fue robado por los “ montoneros “ y recuperado.- no recuerdo cuando, ni como- para ir definitivamente en custodia de su Regimiento de Granaderos a Caballos , detrás del Hospital Militar Central, en la Capital Federal.