lunes, abril 16, 2007

Chávez

Chávez, los muertos que vos matasteis no gozan tan siquiera de un poco de justicia, pero sus asesinos si que gozan "de buena salud"


Hoy en Venezuela conmemoramos una fecha dolorosa, terrible, un día donde conocimos la magnitud de la maldad de Hugo Chávez y su tropa de cómplices, capaces de bañar de sangre al país si con eso se aseguran la permanencia eterna en el poder, poder que Chávez desea ejercer como un cancerbero al que ningún ser ni acólito ni disidente le oponga la menor resistencia o le contraríe alguna pretensión.



De aquel sangriento y pavoroso 11 de abril, cuando Hugo Chávez y sus secuaces ordenaron masacrar a inocentes ciudadanos que pacíficamente marchaban hacia el Palacio de Gobierno, para allí como en cualquier país que pretenda llamarse democrático, manifestar su descontento por quien una vez logrado el poder ha traicionado la patria, ha pretendido cambiarnos identidad, gentilicio, tradiciones, soberanía, han transcurrido ya 5 años y los muertos claman justicia desde sus olvidadas tumbas.

Han transcurrido ya 5 años de aquel 11 de abril donde cientos de miles de venezolanos, la manifestación más grande que haya visto este país, decidió irse hasta Miraflores a decirle al déspota que no le permitirían seguirse adueñándose de los recursos del Estado venezolano y creyéndolos de su propiedad dilapidarlos, repartirlos, permitir una asquerosa rebatiña que ya en 8 años está arruinando irreversiblemente a Venezuela mientras una grotesca casta de depredadores, insaciables, ridículos, consumistas a extremos nunca vistos, amasa fortunas gigantescas, mientras el farsante Hugo Chávez le dice a ese pueblo engañado, manipulado, que no importa que pasen hambre, ya que su robolución llegó para quedarse y el futuro es la misma ruina económica y moral del mártir pueblo cubano.

11 de abril de 2002 es el día cuando vimos la verdadera cara del déspota sanguinario. En la pantalla de televisión hablaba y hablaba con la tranquilidad del cínico, mientras ya sabía que sus bandas armadas estaban emboscando a hombres y mujeres pacíficos, desarmados, inocentes… Fueron los Medios de Comunicación privados, al dividir esa pantalla de televisión quienes nos permitieron ver a Chávez tranquilo, impávido, mentiroso junto a otras imágenes… Las imágenes de los marchistas, de las calles donde asesinos del oficialismo masacraban inocentes, esas calles manchadas con la sangre de venezolanos que nunca creyeron que en Miraflores estaba su verdugo, el asesino que ordenaba matarles y que garantizaba la impunidad a los homicidas…

De allí su odio a los canales de televisión privada, la compra de aquellos empresarios indignos que se plegaron rápido a los deseos del tirano militar y la saña, la vendetta contra los que no conocen el miedo, y arriesgando vidas y bienes le siguen dando la pelea al déspota… De allí el odio hacía Radio Caracas Televisión, hacia Globovisión… Cuando la ruindad se topa con la dignidad, la única respuesta del miserable es la violencia y el terror, por eso vemos a Hugo Chávez, ya por la calle del medio, ignorando a los muertos, a los heridos, a los deudos… Ignorando a Venezuela toda, porque para este militar golpista, ya lo que existe es su conuco gigante, su gran finca que comparte con el abominable tirano cubano.

El mundo entero conoce el Informe anual de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, donde la descripción de las aberraciones que comete este régimen tiránico llena muchas cuartillas. Textual dice que la Comisión ha seguido de cerca la situación de los derechos humanos en Venezuela. Que la Comisión abordará problemáticas que, a su juicio, dificultan el pleno desempeño del mandato consignado por los Estados a esa Comisión Interamericana, como así también, cuestiones tales como la administración de justicia, la problemática del sicariato en Venezuela, la impunidad que rodea las denuncias sobre ejecuciones extrajudiciales a manos de funcionarios estatales, la precaria situación de los privados de la libertad, y el ambiente de presión política que estarían recibiendo diversos sectores de la sociedad civil, especialmente de aquellos que no muestran un alineamiento expreso a las consignas y objetivos del actual gobierno.

Todo esto coloca ya a esta Venezuela secuestrada por unos matones, a tres puestos de la espantosa tiranía castrista en violaciones a los Derechos Humanos, pero cuál es la respuesta del envalentonado milico golpista e ilegítimo: simplemente le ordena a uno de sus tantos sirvientes, uno que funge de diputado del MVR, Saúl Ortega, disfrazado de presidente de la Comisión Permanente de Política Exterior de la Asamblea Nacional, que al ser requerida alguna opinión sobre las observaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA exprese “que no cree en el organismo cuyas decisiones y observaciones cree supeditadas a los Estados Unidos y a pensamientos de derecha política”

Se imaginan… Este esbirro en funciones de legislador dice de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que "está compuesta por puros escuálidos” agregando “… los he conocido y tuve oportunidad de conversar con ellos, le he hecho seguimiento, ya el hecho de que funcione en los Estados Unidos es un problema"… Y tan cual lo recomiendan los verdugos castrocomunistas, se niegan a recibir a los observadores de esa Comisión.

11 de abril de 2002, muchos caen fulminados por la saña asesina de quien hoy vuelve a recordar que llegó para quedarse eternamente sobre muertos, sobre presos, sobre violación de toda libertad y todo derecho… 11 de abril de 2007, los muertos siguen clamando justicia. Pero el déspota usurpando todas las tribunas, encadenando todos los medios radioeléctricos para ser la única voz, silencia el lamento de los ausentes, los ignora, los patea, los vuelve a matar mil veces más y se ríe del dolor, de las instituciones, de lo poco que queda aún de patria, de nación

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11 Apr 2007

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