miércoles, septiembre 26, 2007

2do Capítulo: “ LA GUERRA REVOLUCIONARIA”.

MORAL CRISTIANA Y GUERRA ANTISUBERSIVA.

Por el Padre Alberto I. Ezcurra.. Enseñanza de un capellán castrense-

2do Capítulo: “ LA GUERRA REVOLUCIONARIA”.

El Director.

La guerra revolucionaria ( o guerra subversiva , o guerra moderna ) nace del pensamiento filosófico de Carlos Marx, completado, corregido, perfeccionado por las condiciones estratégicas y tácticas de Lenín y Mao Tse Tung. Es el instrumento del marxismo para conquista total del mundo.

El marxismo no es una doctrina política, social o económica. Es una cosmovisión filosófica y religiosa, una concepción total del hombre, del mundo de la historia. La guerra revolucionaria será, por consiguiente, una guerra total, que pretende abarcar todo el mundo, todos los hombre y todo el hombre.

La guerra revolucionaria rompe con todos los cánones y normas de la guerra clásica. Exige, por lo tanto, un replanteo total, un estudio nuevo de los problemas que suscita. Lamentablemente, este estudio está en pañales.

Desde el punto de vista doctrinal, ha sido definida y estudiada por los marxistas ( Lenín, Mao, Giap ,Ho Chi Minh, Guevara ). En el campo marxista, lo que existe es poco y, en general, parcial.

Su aspecto técnico, fuera del campo marxista, ha sido estudiado por algunos teóricos militares y especialistas en guerra en psicología política.

Sus implicancias morales no han sido hasta ahora consideradas seriamente.

Esto es grave. Se hace, por ende, preciso intentar iluminarla desde los principios que rigen el origen y desarrollo de la guerra clásica. Y esto, no siempre es fácil.

Falta también, jurídicamente una legislación adecuada , y tampoco es sencillo aplicar a las circunstancias de la guerra revolucionaria, los convenios internacionales y los principios del derecho de las gentes. La legislación existente en diversos países resulta, por lo general, parcial e inadecuada.

CARACTERÍSTICAS DE LA GUERRA REVOLUCIONARIA.

No es una guerra territorial ( primeramente ), sino ideológica. Es una guerra de conquista análoga a la guerra santa del Islam primitivo.

Es una guerra total, en cuanto a sus objetivos (dominio mundial) y sus medios y campo de batalla ( militar, político, económico, cultural, religioso, psicológico, etc ).

Sus armas favoritas son el terrorismo y la guerra psicológica.

Es una guerra disfrazada : total y permanente, pero no declarada.

No respeta ninguna especie de pactos, convenios, leyes de guerra o regla de juego ,conforme a la moral marxista, para la que todos los medios son aceptables supuestos que conduzcan al fin.

Es una guerra a la vez internacional ( en cuanto dirigida desde el exterior, en cuanto a sus componentes, en cuanto a sus objetivos de dominio de las naciones ) y civil o interna ( en cuanto al modo de desarrollo, por medio de la sedición en el interior de las diversas comunidades nacionales ).

Es una guerra permanente ( Marx dice : “ revolución permanente “, “ estrategia sin tiempo “. Con avances, retrocesos tácticos, sólo se detiene al llenar plenamente sus objetivos estratégicos, sin importar el tiempo de duración, ni las pérdidas materiales y humanas ( Ho Chi Minh comenzó a luchar en Vietnam en 1930 )

TEXTOS.

“ Sólo la consigna de transformar la guerra imperialista en guerra civil expresa correctamente la tarea ( Lenín, El socialismo y la guerra )” Las consignas fundamentales (….) deben ser las siguientes: transformación de la guerra imperialista en guerra civil, derrota de su propio gobierno imperialista .(Programa de la Internacional Comunista, VII Congreso, 1935 )

“ Hay que transformar la guerra extranjera en guerra civil. La transformación de los pueblos en guerra civil es el único trabajo socialista en la época del choque imperialista entre las burguesías armadas de todos los países. ¿ Mueran las tonterías sentimentales y los suspiros imbéciles de los que quieren la paz a cualquier precio !Levantemos el estandarte de la guerra civil .”.( Lenín. Páginas escogidas )

“ Algunos ironizan por nuestra cuenta tratándonos de partidarios de la omnipresencia de la guerra. Pues bien, sí. Nosotros estamos por la omnipotencia de la guerra revolucionaria. Esto no es malo. Esto es bueno. Esto es marxista “ ( Mao Tse Tung, Escritos militares, p.315 )

“ La dictadura del proletariado es una lucha porfiada, sangrienta y no sangrienta, violenta y pacífica, militar y económica, pedagógica y administrativa, contra las fuerzas y las tradiciones de la vieja sociedad “ ( Lenín ).

“ Este es el único modo de desorganizar el aparato de la guerra del adversario; es haciendo dudar al soldado enemigo de lo bien fundado de su causa y a los descarriados de la oportunidad de su opción, que uno pone de su parte todas las posibilidades de éxito “ ( Mao Tse Tung, A Ferhat Abbas. 1960 ).

“Dentro de cincuenta años los ejércitos no tendrán mucho sentido, pues nosotros habremos podrido lo suficiente a nuestros enemigos ante de que estalle el conflicto ,como para que el aparato militar de que disponen no pueda ser utilizado a la hora de la necesidad “ ( Lenín ).

“ El mundo está hoy dividido en ciudadelas ideológicas aparentemente irreductibles. Toda guerra es el efecto de su oposición. El resultado de esto es impedir que ella pueda ser conducida sin la movilización de todas las fuerzas posibles, materiales, culturales ,morales, espirituales (….) Ya no se trata de conquistar un territorio para someter a la población, sino de conquistar ideológicamente una población para que ella entregue su territorio “ ( Jacques Regnier. La guerra totale. Permanences 93. Octubre 1972, p.23)

“ En los conflictos recientes, y más aún en los que virtualmente se perfilan, lo que está en juego no es más la integridad de la nación, como territorio y potencia, es su existencia misma, son los principios de la estructura económica social, los valores de conciencia que fundan su civilización (…) No está tanto el enemigo formado por batallones sobre un frente de batalla, cuanto encerrado en el caballo de Troya, en el corazón de la ciudad; más aún: habiéndose transformado las guerras entre naciones en una guerra civil generalizada que hace estallar a cada una en fragmentos opuestos, el enemigo está en el hogar de la conciencia nacional y, a veces, en la conciencia dividida de cada ciudadano “ ( Pierre Simon. Armmée et L´Université. Cahier nº 30 du C.C.I.F ). » El ejército sabe siempre por experiencia vivida que, como lo había previsto Nietzsche, las guerras del siglo XX son en el fondo guerras de religión, querer ponen en concepciones totales del hombre y del mundo y que, para ganarlas es necesario movilizar los espíritus al mismo tiempo que los cuerpos…Desde luego, las técnicas de acción psicológicas entran en el arsenal que el ejército estará tentado de formarse por sí mismo, si la nación no se lo provee. Armas de espíritu que suponen evidentemente una imagen de la patria, una visión política mundial, y una idea del hombre. Ahora bien, esto significa alejarse, a paso acelerado, de una neutralidad política decididamente imposible. ( Etienne Borne. L´Armée et la Nation.Fayard edit.))

“ En la guerra moderna el enemigo no es fácil de identificar. No hay frontera física que separe los dos campos. La línea que marca la diferencia entre el amigo y el enemigo puede encontrar muchas veces el corazón de la nación, en la misma nación en que se reside, en el mismo círculo de amigos donde uno se mueve, quizás dentro de la misma familia. Es más bien una línea ideológica, que tiene que ser perfectamente descubierta si queremos determinar pronto quiénes son en realidad nuestros adversarios y a quiénes derrotar “. ( Cnel Roger Trinquier. La guerra moderna ,p.41).

“ Hoy día en una época de guerra de ideología no se combate en primer lugar por el poder o las posesiones territoriales, por el esplendor o la magnificencia de la dinastía. Tales objetivos nos chocan y nos suenan a historias o cuentos de hadas…(…)Hoy no se trata ya, como estadio preparatorio de la dominación mundial, de qué grupo de hombres llegará al trono de la omnipotencia terrena; de lo que se trata hoy es si ha de dominar en el mundo el estilo de vida de libertad individual o el de una forzada sujeción colectivista exaltada por la mística de una compenetración solidaria. Este contraste radical de los sentimientos éticos alcanza hasta las raíces mismas de la cultura, dando a las actuales tensiones esa que podríamos llamar seriedad “ sangrienta “ que tanto nos estremece. Si a este contraste radical se junta la voluntad de aniquilación, sólo comparable con el clásico caso del odio de Roma contra Cartago, entonces pierden evidentemente todas su fuerza todas sus limitaciones del derecho de defensa al que acabamos de aludir .“ ( Werner Schöllgen. Problemas morales de nuestro tiempo. Herder, 1962, p.266)