sábado, septiembre 15, 2007

¿QUO VADIS ARGENTINA?


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CITA DEL DÍA

"En general, sería mejor que el gobierno no se mezclase en el comercio y lo dejara seguir su camino libremente. Casi todos los estatutos, leyes, edictos, reglamentos y prohibiciones de los parlamentos, príncipes y estados parta regular, dirigir o restringir el comercio han sido, en nuestro concepto, o disparates políticos o artimañas introducidas por hombres astutos para sacar provecho propio so pretexto de promover el bien público."

Benjamin Franklin

¿QUO VADIS ARGENTINA?

Por Malú Kikuchi

Nerón incendia Roma en año 64 y hace responsables de la tragedia a los cristianos. A éstos se los empieza a perseguir despiadadamente. Según una antigua tradición, (San) Pedro, dando todo por perdido, abandona Roma.

Sale de la ciudad y caminado por la Vía Appia se cruza con Jesús al que le pregunta: “Quo vadis, Dómine? (¿a dónde vas, Señor?), y Jesús le contesta: “Voy a Roma a ser crucificado de nuevo por ti”. Pedro da la vuelta, se dirige a Roma y sienta las bases del cristianismo en Occidente.

¿A dónde va la Argentina? Sin necesidad de hacer un detallado estudio sobre los sucesos de los últimos años, se hace evidente que Argentina no se dirige hacia una democracia republicana. En Argentina no impera el estado de derecho, la ley no está por encima de la voluntad del gobernante, la igualdad de oportunidades no existe, pero sí existe un sistema bien aceitado que permite sobreprecios, coimas y corrupción generalizada.

¿A dónde va la Argentina? A primera vista y en el plano internacional, Argentina no elige bien a sus aliados. Está enfrentada con casi todo y con casi todos. Todavía no le ha tocado el turno del reto agrio y destemplado del Presidente, ni a los “boys scouts”, ni a los maoríes de Nueva Zelanda, pero puede que sea sólo cuestión de tiempo. Por ahora, los amigos “amigos” se reducen a Chávez y a Evo Morales. Quizás se podría incluir en este reducido club al ¿retirado? Fidel Castro.

¿A dónde va la Argentina? En materia inseguridad, probablemente se encuentre entre los países más inseguros del planeta. Basándose en un seudo garantismo, que en realidad es simple abolicionismo del código penal, los delincuentes son intocables y las víctimas son las culpables.

¿A dónde va la Argentina? En economía el país depende casi exclusivamente de la bonanza internacional. El hecho que China e India incorporen por año 100 millones de consumidores más al mercado internacional, hace que los “commodities” argentinos obtengan buen precio y sean necesarios. Pero el país no hace nada para consolidar los logros actuales en previsión de tiempos no tan benéficos para nuestros cereales.

¿A dónde va la Argentina? Cada día se depende más del campo y cada día se grava más al campo. El campo argentino es el más competitivo del planeta y parece que en vez de ser un mérito para el gobierno, es un demérito y se lo castiga permanentemente. ¡Se prohibió exportar carne! Resultado, hoy, Brasil es el mayor productor de carne del mundo y el Uruguay exporta más carne que la Argentina.

¿A dónde va la Argentina? Como la política económica es la llamada “industrialista”, y la industria argentina (casi toda) no es competitiva, necesita de un dólar alto. Ende, el Banco Central debe comprar dólares. Para comprar, el Central debe emitir pesos. Resultado, inflación. Para frenar la inflación, en vez de tomar medidas serias, se impone el control de precios. Como el control de precios no sirve (no le sirvió a Diocleciano, ni a nadie), se destruye la credibilidad del INDEC y se dibujan, a pedido, los índices.

¿A dónde va la Argentina? El sistema de corrupción está tan imbricado en casi todas las contrataciones que dependen del gobierno, que las licitaciones o las contrataciones directas, tienen un retorno preestablecido, que de no aceptarse, no hay negocio. La mentira oficial es permanente. El gobierno ha decidido que “anunciar es gobernar”. Los anuncios de obras se suceden, las obras no aparecen. Las promesas electorales se multiplican … y se quedan en promesas.

¿A dónde va la Argentina? Después de sufrir una devaluación salvaje, los precios empezaron a acomodarse lentamente. Las tarifas de los servicios, no. Resultado 1, las empresas no invierten donde no hay probabilidad de ganancias. Resultado 2, no hay suficiente gas, ni electricidad, ni derivados del petróleo. Argentina pasó de exportar energía a tener que importarla a un precio mucho mayor que el que se permite pagar dentro del país.

¿A dónde va la Argentina? Parece que la solución a todos los desequilibrios económicos pasa por subsidiar. Y el subsidio puede ser un remedio en caso extremo, pero no debe ser una política de estado. No puede perdurar en el tiempo y se presta a negociados muy turbios y muy, muy, redituables, para el que subsidia.

¿A dónde va la Argentina? Los partidos políticos no existen, la Constitución ha pasado a ser una estación de trenes siempre en problemas, los candidatos se eligen en la cama o por interés. ¿Quién da más? Es la pregunta del momento. Y los pases van y vienen y nadie sabe quien está con quien.

¿A dónde va la Argentina? Con el actual gobierno se va hacia el populismo, ese que fabrica pobres en nombre de la solidaridad. Va hacia el autismo a nivel internacional. Va hacia un sistema de corrupción cada día más instalado en los organismos oficiales. Va hacia la mentira como forma de hacer política. Va hacia la negación permanente de los problemas a los que patea hacia delante, sin solucionarlos. Va hacia una inflación creciente y difícil de controlar. Va hacia la falta de diálogo con el que piensa distinto. Va hacia el terror por culpa de la inseguridad.

¿A dónde va la Argentina? De este lado, del lado de enfrente del gobierno, ¿qué hay? ¿Quién es el líder de la oposición que realmente se oponga a todo lo anterior? ¿Quién es el líder (o la líder) que encuentre las palabras justas que le lleguen a la gente? ¿Dónde está aquel que enamore, encante, seduzca al electorado, hablando con palabras simples para que todos lo entiendan? ¿Dónde está aquel argentino/a que despierte confianza, certezas; que haga de la honestidad una bandera y del amor al país y a su gente su objetivo primordial? ¿Dónde está aquel que con la verdad explique las mentiras en las que vivimos? ¿Dónde está? ¿Está?

¿A dónde va la Argentina? ¿Dónde está el Pedro argentino que cargue con sus miedos a cuestas, de la vuelta y se juegue por la Patria? ¿Dónde está el Pedro argentino capaz de sentar las bases de una República democrática basada en la Constitución del 1853? ¿Existe ese Pedro argentino? Si existe, es hora que se haga ver.

El 28 de octubre, vote por aquel que le de respuesta a la pregunta: ¿a dónde va la Argentina? Y que esa respuesta sea diferente a la realidad actual.