martes, octubre 30, 2007

Fueron beatificados casi 500 mártires españoles


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Fueron beatificados casi 500 mártires españoles

Ciudad del Vaticano, 29 . 07 (AICA)

Beatificación de los mártires españoles

Beatificación de los mártires españoles

Tras proclamar beatos de la Iglesia a 498 "mártires del Siglo XX en España", el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, cardenal José Saraiva Martins, calificó de "histórica" la beatificación más numerosa de la historia de la Iglesia, celebrada este domingo 28 de octubre en la Plaza San Pedro del Vaticano con la participación de 1.500 sacerdotes y más de 40.000 peregrinos españoles, entre ellos 2.500 familiares de los mártires.

La ceremonia de beatificación propiamente comenzó con el pedido formal del arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela, a cuya arquidiócesis pertenece el mayor número de mártires. "Fueron fuertes cuando fueron maltratados y torturados. Perdonaron a sus verdugos y rezaron por ellos".

Después, los obispos de Barcelona, Burgos, Toledo, Jaén, Ciudad Real, Mérida-Badajoz, Madrid, Santander, Cartagena, Cuenca, Oviedo y Gerona enumeraron las causas de sus diócesis.

De la fachada de la basílica de San Pedro pendía un tapiz de gran tamaño con la foto de todos los beatos, sobre las que destacaba el logotipo de la beatificación, que incluye una cruz roja en el centro.

En medio de estruendosos aplausos y un ondear de banderas españolas, el cardenal Saraiva Martins leyó en castellano la Carta Apostólica con la que el Papa Benedicto XVI inscribió a los mártires en el libro de los beatos y ordenó que los beatos sean celebrados por la Iglesia Católica el 6 de noviembre.

Durante la homilía, interrumpida por los aplausos de los fieles, el cardenal Saraiva Martins resaltó que los 498 mártires -entre los que se incluye a dos mexicanos, un cubano y dos franceses- derramaron su sangre por la fe durante la persecución religiosa en España" y recordó que el más joven tenía 16 años y el mayor 71 y que antes de morir "perdonaron a quienes los perseguían y rezaron por ellos".

"Los mártires –prosiguió- "no son patrimonio exclusivo de una diócesis o nación, sino de toda la Iglesia", algo necesario de recordar en estos días en los que "la identidad de los cristianos está constantemente amenazada".

"¿Qué mensaje transmiten hoy los mártires? -se preguntó el Purpurado portugués- .Es un mensaje de amor y coherencia, que con voz muy alta dicen que todos los cristianos están llamados a la santidad".

"Por eso, ser cristianos coherentes impone contribuir al bien común de la sociedad, defendiendo nuestras convicciones sobre la dignidad de la persona, la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la familia fundada en la unión matrimonial indisoluble entre un hombre y una mujer y el derecho y deber primario de los padres a la educación de los hijos", agregó el Cardenal, suscitando una salva de aplausos.

Los beatos proclamados son dos obispos (de Ciudad Real y de Cuenca), 24 sacerdotes diocesanos, 462 miembros de Institutos de Vida Consagrada, un diácono, un subdiácono, un seminarista y siete laicos.

Dieron su vida por fidelidad a Cristo y a la Iglesia
Durante el Ángelus siguiente a la beatificación, Benedicto XVI invitó a los cristianos del mundo a vivir el compromiso bautismal, especialmente el de la evangelización, hasta la entrega de la propia vida.

"La inscripción en el elenco de los Beatos de un número tan grande de mártires demuestra que el supremo testimonio de la sangre no es una excepción reservada sólo a algunos individuos, sino una eventualidad realista para todo el pueblo cristiano", explicó el Pontífice.

"Se trata en efecto –agregó- de hombres y mujeres de diversas edades, vocación, y condición social, que pagaron con la vida su fidelidad a Cristo y a su Iglesia".

El Santo Padre recordó que el mes de octubre, "dedicado de manera particular al compromiso misionero, se cierra así con el luminoso testimonio de los mártires españoles”.

"Su ejemplo testimonia que el bautismo compromete a los cristianos a participar con valor en la difusión del reino de Dios, cooperando si es necesario con el sacrificio de la propia vida", subrayó el Santo Padre.

Unas palabras para España
Al final del Ángelus, hablándole a la numerosa delegación española, el Pontífice saludó con afecto "a mis hermanos obispos de España, a los sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y fieles que participaron en la beatificación de un numeroso grupo de mártires del pasado siglo en España".

"Damos gracias a Dios por el gran don de estos testigos heroicos de la fe que, movidos exclusivamente por su amor a Cristo, pagaron con su sangre su fidelidad a Él y a su Iglesia. Con su testimonio iluminan nuestro camino espiritual hacia la santidad, y nos alientan a entregar nuestras vidas como ofrenda de amor a Dios y a los hermanos. Al mismo tiempo, con sus palabras y gestos de perdón hacia sus perseguidores, nos impulsan a trabajar incansablemente por la misericordia, la reconciliación y la convivencia pacífica".

"Pidamos a los nuevos Beatos, por medio de la Virgen María, Reina de los Mártires, que intercedan por la Iglesia en España y en el mundo; que la fecundidad de su martirio produzca abundantes frutos de vida cristiana en los fieles y en las familias; que su sangre derramada sea semilla de santas y numerosas vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras", concluyó.+



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