Un librito para recordarVendée.Ultima.
Un librito para recordar. El Director.
LA EPOPEYA DE LA VENDÉE. 4TA. PARTE FINAL.
Por GUSTAVO CARRÉRE CADINAT.
« “ MÁRTIRES DE LA FE “.
Las cifras más conservadoras llevan a los siguientes resultados : en dieciocho meses, en el territorio de sólo 10.000 km2., fueron eliminados 120.000 personas, por lo menos el 15% de la población total; diez mil edificios fueron completamente destruidos, el 20 % en La Vendée.
Señalaba Benedicto XIV en el “ Tratado de Canonización de los Santos “ : “ Hay martirio cuando el perseguidor, movido de hecho por el odio a la fe, inflige la muerte, aunque se vanaglorie de hacerlo por otra causa. “
Loa llamada “ Humanista, gloriosa y liberadora Revolución Francesa “, costó a la cristiandad más de tres mil sacerdotes asesinados, una multitud de religiosas profanadas, violadas, y torturadas hasta la muerte, pueblos enteros destruidos y miles de mártires fusilados, guillotinados, descuartizados, ahogados, incendiados vivos, torturados, por oponerse a la revolución Liberal y Masónica por fidelidad a la religión Católica, Apostólica y Romana; entre los beatificados figuran :
Beatas Mártires de Compiégne. Dieciséis carmelitas son detenidas y encarceladas en junio de 1794 ; posteriormente guillotinadas el 17 de julio. En el trayecto cantaron el Miserere y luego el Salve Regina. Al pie ya de la guillotina entonaron el Te Deum, canto de acción de gracias, y, terminado éste , el Veni Creador.
Por último, hicieron renovación de sus promesas bautismales y de sus votos de religión ; subieron a su pequeño calvario cantando el Laudate con uncida compenetración, no sin antes perdonar con el corazón y la verdad a sus despiadados e inmisericordes asesinos.
El 16 de diciembre de 1902 LEÓN XIII declaró venerables a las dieciséis carmelitas. Se sucedieron los milagros, como una garantía de su santidad, y el 13 de mayo de 1906 el Papa SAN PÍO X , declaraba beatas a aquellas “ que después de su expulsión , continuaron viviendo como religiosas y honrando devotamente el Sagrado Corazón “.
Beatas Mártires de Valenciennes. Once hermanas ursulinas recluidas en arresto domiciliarios el 3 de septiembre de 1794 y condenadas a muerte el 23 de octubre por “ haber enseñado la religión Católica Apostólica “.
Esa tarde en la plaza de la ciudad subieron a las guillotina cantando. Beatificadas por BENEDICTO XV , el 13 de junio de 1920.
Beatas Mártires de Orange, guillotinadas entre el 6 y el 26 de julio de 1974; subieron al cadalso riendo , cantando, orando por sus verdugos .Beatificadas por PÍO XI, el 10 de mayo de 1925.
Noel Pinot, sacerdote diocesano. Detenido en la noche del 9 de febrero de 1974, cuando se preparaba para celebrar la Santa Misa. El 21 de febrero se abrió en Angers, el proceso contra él. Las acusaciones fueron : presunta colaboración con los insurrectos de La Vendée, negación del juramento a la constitución civil, presunta cooperación para la reposición de la monarquía y, sobre todo, el prohibido ejerció de la profesión de sacerdotes.
Condenado a muerte, subió al patíbulo vestido de alba y casulla. Beatificado por PÍO XI , el 21 de octubre de 1926 , quien expreso : “ Noel Pinot atestiguó, llevando hasta el momento de su ejecución la casulla, que la tarea primordial , más importante y más sagrada del sacerdote es la celebración de la Santa Eucaristía según el encargo del Señor : “ Haced esto en memoria mía “.
Luis José FraÇois y Juan Enrique Gruyer. Sacerdotes pertenecientes a la Congregación de la Misión. Por negarse ambos a jurar la Constitución Civil del Clero, fueron asesinados. El primero fue lanzado por la ventana y el segundo atravesado por una espada, el 3 de septiembre de 1792. beatificados por PÍO XI, el 17 de octubre de 1926.
Pedro Renato Rouge, sacerdote de la Congregación de la Misión. Tras tres meses de cárcel y malos tratos, sobrellevados con paciencia y buen ánimo sirviendo de apoyo a otros fieles, murió decapitado el 3 de marzo de 1796. beatificado el 10 de mayo de 1934.
Beatos Mártires de Angers. El terror desatado por la revolución francesa ha producido miles de víctimas en Anjou : el Padre Gruget estima que 2.000 vandeanos, fieles a la fe, fueron fusilados. La causa de la beatificación, introducida en 1905, comprendía 99 personas : 15 que fueron guillotinados en Angers, y 84 que fueron fusilados en Champ- des- Martyrs dÁvrillé , entre el 30 de octubre de 1793 y el 14 de octubre de 1794.
JUAN PABLO II, declaró a Guillaume Repin y 98 mártires franceses ( 11 sacerdotes, 3 religiosas, y 84 seglares “ 4 varones y 80 mujeres “ que murieron por la Fe en Angers en 1793-94 , durante la Revolución Francesa ), el 19 de octubre de 1984.
“Son, en primer lugar, los numerosos mártires que, en la diócesis de Angers, en los tiempos de la Revolución francesa, aceptaron la muerte, porque como dijo Guillaume Repin, quisieron “ conservar su fe y su religión “, con firme adhesión a la Iglesia Católica y Romana ; sacerdotes que se negaron a prestar un juramento que los consideraba cismático, y que no quisieron abandonar su cargo pastoral ; laicos que permanecieron fieles a estos sacerdotes a la Misa celebrada por ellos y a las manifestaciones de culto a María y a los santos.
Sin duda, en un contexto de fuertes tensiones ideológicas, políticas y miliares, se pudo hacer pesar sobre ellos sospechas de infidelidad a la patria; se los acusó, en las actas de sentencia, de compromisos con las “ fuerzas antirrevolucionarias “, dijo el Papa.
GENOCIDIO.
La Revolución Francesa y sus armas republicanas no se pueden librar de todos los excesos cometidos en nombre de la fraternidad, de la libertad, de la patria por la aplicación de ese famoso adagio : “ Pas de liberté pour les ennemis de la liberté “.
Aquella bestial represión de los católicos de La Vendée fue, como ha dicho Pierre Chaunu, “ la más cruel entre todas hasta entonces conocidas , y el primer genocidio sistemático por motivo religioso “, Y quizá lo más lamentable fuera que ” También por primera vez en la historia “ esta masacre se llevó a cabo bajo la bandera de la tolerancia.
Como señala Hans Graf Huyn : “ fueron violadas las monjas; cuerpos vivos de muchachas soportaron el descuartizamiento ; se formaron hileras con los chicos para ahogarlos en estanque y pantanos; mujeres embarazadas se vieron pisoteadas en lagares hasta morir, y en aldeas enteras vecinos perecieron por beber aguas que habían sido envenenada. Casi ciento veinte mil habitantes de La Vendée fueron asesinados, y arrasadas decenas de miles de viviendas “.
En al sentido, Jean Meyer observa: “ La cuestión de fondo de aquel enfrentamiento no estuvo en la disyuntiva entre monarquía o república, ni fue un conflicto entre estamentos ,sino que consistió más bien en la decidida intención de extirpar esas creencias sin reparar en los medios “.La Revolución Francesa no es sino una versión histórica más de la “ Revolución “, que es sola y única. Por ello, la Revolución Francesa no puede juzgarse como un proceso situado en el plano de los abstractos ideales sin relación a los supuestos ideológicos o a los hechos nefastos por ellos desencadenados ; un juez revolucionario sentenció a un sacerdote refractario, que se negó a suscribir el juramento constitucional por deber de conciencia, diciendo : “ Cuando la ley habla la conciencia debe callar “.
Un forcejeo incesante entre la Iglesia de Cristo y el mundo liberal moderno, que quiere construirse sin Dios, al margen de Dios y, a veces, contra Dios.. Por ello, mientras los cristianos católicos afirmamos que “ es preciso que reine Cristo “ sobre nuestros pueblos ( 1 Cor.XV,25 ), los modernos ,liberales y derivados, siguen queriendo lo contrario : “ no queremos que éste reine sobre nosotros “ ( Lc, XIX,14).
No corresponde, pues, a los católicos, a la Iglesia, todo el peso histórico en esta durísima lucha para mantener a Dios como fundamento de las leyes y del orden cultural y social, y para afirmar que no hay salvación para los hombres y para los pueblos y sociedades sino en la medida en que se acepta a Cristo como rey ( Hech,IV,12 ), a quien, después de su victoria en la Cruz, ha sido dado “ todo poder en el cielo y en la tierra “ ( Mt. XXVIII,18 ).
Se iniciaba así hace ( más ) de doscientos doce años La Epopeya de La Vendée. “ Primera Cruzada contra los “ sin Dios jacobinos y Primer Genocidio de la Modernidad “.
