lunes, enero 07, 2008

Las Iglesia católica y las catacumbas de hoy. Comen la mano Cont.

LA IGLESIA CATÓLICA Y LAS CATACUMBAS DE HOY. Por ALBERTO CATURELLI. Editorial Gladius. IIª.parte

“EL MODERNISMO TEOLÓGICO Y LA COMUNIÓN EN LA MANO “-CONTINUACIÓN.

4.El documento de la Sagrada Congregación para el Culto Divino.

Fue providencial y oportunísima la decisión de Monseñor Juan R. Laise ,Obispo de San Luis, cuando dispuso en 1997, la publicación en nuestro medio de la Instrucción De modo Sanctam Comunionen ministrandi de la Sagrada Congregación para el Culto divino, aprobada por Pablo VI el 28 de mayo de 1969, seguida por la Carta Pastoral del Cardenal Prefecto, por la cual se concede a las Conferencias Episcopales el indulto de dar a los fieles la comunión en la mano cuando se den las condiciones requeridas.-Mons.J.R. Laise, Comunión en la mano. Documentos e historia, 142 pp. Comentarios del P.G. Díaz Patri , San Luis, 1997.-

El documenta recuerda la obligación de guardar “ de modo inviolado la tradición “ ( nº 2 ), aunque en algunos lugares se ha practicado el rito de la comunión en la mano “ a pesar de no haberse pedido antes la aprobación de la Sede Apostólica ( nº 4 ); sabemos que en Holanda, Bélgica, Francia y Alemania se presentó al Papa una situación de hecho a pesar de la voluntad contraria del Santo Padre.. Aunque “ en otros tiempos fue lícito “, las prescripciones de la Iglesia manifiestan su deseo de observar máxima reverencia y “ suma prudencia “ para con la distribución de la Eucaristía ( nº 5 y nº 6y 7 ). Este modo, “ considerado el estado actual de la Iglesia en su conjunto, debe ser conservado (nº 8 ); después de más de un milenio “ ya debe considerarse tradicional “ y así de menor reverencia “ y aún de la “ adulteración de la recta doctrina ( nº 12 )- que es lo señalado por mí en el parágrafo anterior _.

Consultados los obispos y habida cuenta de la opinión de la mayoría del episcopado latino, “ al Sumo Pontífice no le ha parecido oportuno mudar el modo hace mucho tiempo recibido de administrar a los fieles la Sagrada Comunión “ (nº 15) ;si en algunos lugares “ hubiera arraigado ya “ ( como ha ocurrido contra la voluntad del Magisterio ) entonces se confía a las Conferencias Episcopales siempre que sopesen las “ circunstancias peculiares “ y cumpliendo condiciones que puntualizaré enseguida.(cf.nº 17 ).

La Congregación envió una carta pastoral a las Conferencias que piden el indulto . En el caso de la Conferencia Episcopal Argentina que así lo “hizo el 26 de abril de 1996. En la carta a la Sagrada congregación se indica con toda claridad : cada Obispo puede, en su diócesis, autorizar el nuevo rito “ con la condición de que se evite toda ocasión de sorpresa por parte de los fieles y todo peligro de irreverencia hacia la Eucaristía “( el subrayado es mío ); este nuevo modo de comulgar “ no deberá ser impuesto ( nº1 ), coexistirá con el modo tradicional ; no debe constituir “ una causa de turbación “ y no debe convertirse en “ ocasión de desacuerdo entre los fieles “ (loc.cit.) .Además, “ no debe ser aplicado sin discreción “ sino gradualmente, en ambientes cualificados, con una “ catequesis adecuada “ y, sobre todo, debe excluir cualquier apariencia de debilitamiento en la conciencia de la Iglesia en cuanto a la presencia de la fe en la presencia eucarística, y también cualquier peligro o simplemente apariencia de peligro de profanación “ ( nº 12 )

5 . EQUÍVOCO ENTRE INDULTO Y OBLIGACIÓN.

El término que emplea la Carta pastoral de la sagrada Congregación para el culto divino y que expresa todo el contenido de la Instrucción es indulto ; el término indultum ( concesión ) que proviene de indulgeo ( as, are ) es el origen de nuestra expresión “ ser indulgente “ y otras que indican conceder, permitir. El sentido que en la Carta tiene el término indulto es la gracia o privilegio concedido a uno para que pueda hacer lo que sin él no podría ; equivale al acto por el cual el superior o legislador exceptúa o exime a uno de lo que prescribe la ley o de otra obligación.

Es evidente que toda evidencia que no hay igualdad o equivalencia entre lo prescripto por la norma y el indulto o excepción concedida por la autoridad. No es una “ opción “ ; es un INDULTO y siempre es preferible cumplir la norma y no acudir habitualmente al indulto.

El Santo Padre- si comulgo recibiendo la Hostia en la mano- indulta mi acto que normalmente debería efectuar según el modo tradicional. Sin el indulto papal, mi acto constituiría un falta.

Quienes se empecinan en comulgar en la mano, quizá deberían acercarse repitiendo interiormente . “ El Papa me indulta, el Papa me indulta “.

6. LOS PSEUDO ARGUMENTOS O FALACIAS QUE HEMOS OÍDO.

Ante la decisión por la cual se introdujo en la Argentina “ el uso de distribuir la Sagrada Comunión también en las manos “, se desató una serie de distinciones y falacias, algunas de las cuales conviene recordar.

En sentido muy general pero muy preciso, la falacia es un pseudo argumento y por lo común equivale a “ sofisma “ ya en la dicción cuando la causa de equivocación está en la palabra, ya fuera de la dicción cuando la causa está en el objeto mismo. Veremos cómo se mezclan en este caso hasta hacerse a veces indiscernibles.

La primera ha sido la apelación a la “ obediencia “ como si la disposición fuera una norma obligatoria promulgada por los Obispos.. he ahí esa religiosa muy acalorada que dice que ella obedece. Naturalmente un indulto no se obedece, sólo se apela a él. Recuerdo que mi mujer, en una reunión familiar, sostuvo una discusión fuerte con una religiosa ; le preguntó si conocía la Instrucción autorizada por Paulo VI y publicada por Mons. Laise. Dijo que no.. Le llevó un ejemplar al convento- Al cabo de unos días volvió a visitarle. Se limitó a devolverle secamente el libro. Se ve que no leía un documento publicado por un obispo “ reaccionario “.

Estoy moralmente convencido que santas personas creen que al comulgar en la mano están obedeciendo y confunden a muchos y se confunden,

He oído un gran número de falacias y observado hechos lamentablemente que turban a los fieles e introducen el desacuerdo:

Uno dijo : si bien comulgar en la mano o en la boca es opcional ( que no lo es ) significa mostrarLe una gran confianza, una familiaridad como la que sostiene con un amigo “ fíjense en las religiosas que son las que más saben “ ( sic ).

Poco tiene que ver con la exhortación de San Cirilo de Jerusalén en el siglo IV que decía que hacer con la mano izquierda un trono para la derecha que ha de recibir al Rey y extremaba el cuidado y la reverencia- J.A. Jungmann,op.,cit.II,p.1088:cf J.Quasten, Petrología ,II.p.392-394,ed.de I. Oñatibia,3 vols.,BAC,Madrid, 1962 .- ;nada tiene que ver con la recomendación de un celebrante que nos dijo que teníamos que levantar las manos por encima del ombligo ( empleo otro término muy familiar ) para recibir la Comunión.

En otro lugar el celebrante nos dijo que le daban asco las lenguas de los fieles ; otro celebrante nos dijo más o menos lo mismo y al dar la Comunión a los fieles que, sin hacerle caso, recibieron al Señor en la lengua.. se “ secó “ los dedos en la casulla.

Personalmente vi a un joven que, al recibir al Señor en la mano, no consumió la Hostia y camino a los hacia los bancos ; alarmado , le seguí y, desgraciadamente, lo perdí de vista. ¡ Pensar que la Carta pastoral del Prefecto de la S. Congregación dice que hay que excluir “ cualquier peligro o simplemente apariencia de peligro de profanación ( nº 2 ). El demonólogo Mons. Corrado Balducci dice en uno de sus libros que desde la Conferencia Episcopal Italiana en 1989 promulgó el decreto permitiendo la comunión en la mano, los casos de sustracción de hostias, que eran muy numerosos, disminuyeron porque ahora es mucho más fácil robar las santas formas.-Adoradores del diablo y rock satánico ,trad. De P. Frediano.Lumen,Bs.As.2003.-

Queda en pie lo dicho anteriormente : para muchos, no es una “ opción “ ; es un ( falsa ) obligación de hecho; ; un imposición más o menos velada tras una afirmación retórica de que se respeta la libertad de cada uno. El modernismo “ teológico “ logra así ir disminuyendo la adorante reverencia con la cual debe sumirse el sacramento.

( Concluiremos con la tercera parte : CONCLUSIONES “. El Director. )