jueves, febrero 21, 2008

La secularización avanza aún en los Institutos Religiosos

Agencia Informativa Católica Argentina
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La secularización avanza aún en los Institutos Religiosos

Ciudad del Vaticano
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Religiosa

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En la audiencia en la que participaron el Consejo para las Relaciones entre la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y las Uniones Internacionales de Superiores y Superioras Generales, llevada a cabo el lunes 18 de febrero, Benedicto XVI hizo un llamado a renovar la vida consagrada en la Iglesia "recomenzando desde Cristo".

"Todos advertimos que en la sociedad moderna globalizada -dijo el Papa- cada vez es más difícil anunciar y testimoniar el Evangelio. El proceso de secularización que avanza en la cultura contemporánea no ahorra, desgraciadamente, ni siquiera a las comunidades religiosas".

Sin embargo, añadió, "no hay que descorazonarse porque si las nubes se adensan en el horizonte de la vida religiosa, también surgen y están en constante aumento las señales de un despertar providencial que suscita motivos de esperanza".

Según un comunicado de la Sala de Prensa de la Santa Sede, antes de dirigirle unas palabras, el Pontífice sostuvo un intercambio coloquial con los superiores y superioras miembros de sendas uniones internacionales, en el que estuvieron presentes el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, y el cardenal Franc Rodé, prefecto del Dicasterio que se encarga de
la Vida Consagrada.

En la conversación, según el comunicado "se puso a la luz los elementos positivos y las dificultades, las expectativas y los desafíos que las Familias religiosas encuentran en su testimonio evangélico. El "fraterno y amplio diálogo" resultó "fecundo", dice el comunicado.

El Papa advirtió contra la tentación de dejarse llevar por el desaliento, porque "el Espíritu Santo sopla con fuerza en la Iglesia suscitando un nuevo compromiso de fidelidad en los Institutos históricos y junto a nuevas formas de consagración religiosa en consonancia con las exigencias de los tiempos".

El pontífice señaló que “lo que caracteriza a estas nuevas experiencias de vida consagrada es el deseo común de pobreza evangélica practicada de modo radical, de amor fiel a la Iglesia, de dedicación generosa al prójimo necesitado, sobre todo a aquella pobreza espiritual típica de la época contemporánea".

El Papa recordó luego la existencia "de una fuerte necesidad religiosa y espiritual" de los hombres de hoy; pero que "están dispuesto a escuchar y seguir sólo a quien testimonia con coherencia la adhesión personal a Cristo".

Al respecto, el Santo Padre notó que precisamente "son ricos de vocaciones aquellos institutos que conservaron o eligieron un modo de vida, frecuentemente muy austero, y por tanto fiel al Evangelio vivido ‘sin agregados’"; y señaló como ejemplo "a muchos grupos y movimientos eclesiales de los que surgen no pocas vocaciones sacerdotales y religiosas".

"Pienso en las muchachas y los jóvenes que abandonan todo para ingresar en monasterios y conventos de clausura", agregó.

Refiriéndose después "a las órdenes y congregaciones de larga tradición en la Iglesia", el Santo Padre señaló que “como ustedes dijeron, en los últimos decenios casi todas atravesaron una difícil crisis debida al envejecimiento de sus miembros y a una disminución, más o menos acentuada de las vocaciones, e incluso a un "cansancio" espiritual y carismático".

No obstante la “preocupación” que causa esa crisis, Benedicto XVI subrayó que "al lado de esas situaciones difíciles hay también signos positivos de recuperación, sobre todo cuando las comunidades deciden volver a sus orígenes para vivir más de acuerdo con el espíritu del fundador" y que "en casi todos los últimos capítulos generales de los institutos religiosos, el tema recurrente ha sido el redescubrimiento del carisma fundacional para encarnarlo de forma nueva en el presente". Este redescubrimiento "ayudó a imprimir en los Institutos un prometedor impulso ascético, apostólico y misionero", dijo el Santo Padre y recalcó: "Hay que seguir por este camino pidiendo al Señor que lleve al cumplimiento pleno la obra por Él iniciada".

El Papa concluyó señalando que, al ingresar en el tercer milenio, es necesario recordar las palabras de Juan Pablo II que llamó a "recomenzar desde Cristo". "¡Sí! También los Institutos de Vida Consagrada si quieren mantener o reencontrar su vitalidad y eficacia apostólica, deben continuamente recomenzar desde Cristo", concluyó.+

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