martes, marzo 04, 2008

EL NUEVO ORDEN MUNDIAL FRENTE A LA FAMILIA - nº1.

EL NUEVO ORDEN MUNDIAL FRENTE A LA FAMILIA.

Editorial : “ Poco y Bueno “. Serie Fenómenos.

Por José Martín Brocos Fernández.Prof.CEU.Madrid.

I.- “ Las pautas educativas. Padres, Estado e Iglesia “.

Los padres son los primeros y principales educadores de sus propios hijos. El deber que constituye grave obligación de los padres de educar virtuosamente a los hijos, forma parte de las obligaciones insustituibles e inalienables .Cumple a los padres inculcar a los hijos los valores esenciales de la vida humana y una justa libertad ante los bienes materiales, adoptando un modo de vida sencillo y austero, convencidos que el hombre vale más por lo que es que por lo que tiene.

Deben adquirir los hijos el sentido de la justicia que les conduzca al respeto de la dignidad humana y a que predomine en ellos la generosidad en el servicio y el sacrificio hacia los demás. Los padres deben educarles para el amor con donación de sí mismos ; por ello la educación sexual debe ofrecerse clara y delicadamente, y enlazada con los principios morales. Es por lo tanto irrenunciable la educación en virtud a la castidad que implica un aprendizaje del dominio de sí y supone una necesaria preparación para lograr la madurez gradual de la personalidad.

TAREA COMPARTIDA El Estado comparte la tarea educativa en virtud del principio de acción subsidiaria de la autoridad, debiendo respetar en todo momento los derechos innatos de la Iglesia y de la propia familia a la educación cristiana y promover una educación integral de la persona humana, incluida la formación religiosa y moral.

La denominada escuela neutra o laica, prohibida a los niños católicos , y que siempre está ideologizada por poderosas corriente inmanentistas y es confesionalmente anticatólica, limita y cercena las posibilidades educativas del desarrollo y perfección del educando y de sus posibilidades morales, ocultando la dimensión central de la realidad humana.

Por el contrario, la escuela católica educa a sus alumnos para conseguir eficazmente el bien de la ciudad terrestre y los prepara para servir a la difusión del reino de Dios, a fin de que con el ejercicio de una vida ejemplar y apostólica sean como el fermento salvador de la comunidad humana. Por ello los padres tienen la obligación de confiar a sus hijos a las escuelas católicas, de sostenerlas con todas sus fuerzas, y de colaborar con ellas.

De ahí que la ausencia de religión en el matrimonio y de la pérdida de la estabilidad de la alianza conyugal reporte múltiples calamidades sobre las familias y sobre las sociedades y se malogra la educación de los hijos. Es por ello, como bien apunta Gutiérrez García, que los gobiernos incumplen su misión educativa, cuando se ponen al servicio dócil de ideologías (*), que de manera abierta o en forma encubierta predeterminan los contenidos de la enseñanza o canalizan la educación por derroteros contrarios al correcto sentido real del hombre y a los deseos de las familias.

En lo educativo uno de los sectores, en que se padece en la actualidad el desvío de ciertos Estados en lo que respecta a su alta misión subsidiaria de la comunidad civil.

LA MISIÓN DE LA IGLESIA.

La misión educativa de la Iglesia tiene un papel específico a ejecutar. Debe vigilar toda la educación de sus hijos, los fieles, en cualquier institución, pública o privada, no sólo en lo referente a la enseñanza religiosa allí dada, sino también en cualquier otra disciplina y en todo plan cualquiera, en cuanto se refiere a la religión y a la moral para preservar a sus hijos de los graves peligros de todo veneno doctrinal y moral.

Esta vigilancia de la Iglesia reporta eficaz auxilio al orden y al bienestar manteniendo a la juventud alejada de aquel veneno moral, que en esa edad inexperta y tornadiza suele tener fácil entrada y pasar más rápidamente a la práctica. Pues sin una recta formación religiosa y moral –como sabiamente advierte LEÓN XIII – todas las culturas de las almas será malsana: los jóvenes, no habituados al respeto de Dios, no podrán soportar norma alguna de recto vivir, y sin ánimo para negar nada a sus deseos, fácilmente se verán inducidos a trastornar los Estados.

En idéntica línea señala Gutiérrez García que la Iglesia tiene exclusiva competencia en lo que concierne a “ verdades de fe y de la moral reveladas ,e indirectamente sin exclusividad todas las disciplinas y enseñanzas humanas, tanto en el desarrollo de las distintas materias, como cuanto al juicio autorizado sobre el contenido de la enseñanza, respecto de su conformidad o disconformidad con la educación cristiana. Este derecho, que es deber posee una extraordinaria eficacia inmunizadora contra el error. Persigue igualmente la madurez total de la persona humana y que el bautizado gradualmente vaya intimando con Dios y contribuya con su vida al crecimiento del Cuerpo de Cristo “,2.LA PERFECCIÓN EDUCATIVA.

El hombre está llamado y a realizarse en plenitud mediante la entrega sincera de sí mismo. De ahí que la verdadera educación consiste en obtener lo mejor de uno mismo ,que pasa ineludiblemente por el propio y auténtico conocimiento y dominio, que indefectiblemente camina en paralelo, en concomitancia directa, al conocimiento de Dios , pues como afirma San Agustín, “ Dios es más interior a mí mismo que yo mismo “. Por ello no puede existir educación completa y perfecta si la educación no es cristiana, ya que la educación abarca a todo el hombre, individual y socialmente, en el orden de la naturaleza y en el de la gracia.

El hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios e inferimos por tanto como correlato la necesidad de que para conocerse a uno mismo haya de buscar la profundidad del conocimiento y del amor de Dios. JUAN PABLO II expresa con claridad que “ la fuente más rica para el conocimiento del cuerpo es el Verbo hecho carne. Cristo revela el hombre al hombre “. El hombre se convierte en un extraño a sí mismo si no conoce a Dios.

La familia cumple una misión insustituible e irremplazable cual es la de promover los altos valores espirituales y morales, y es el lugar más apropiado y eficaz para culminar el proceso de madurez personal en su cuádruple expresión física , psicológica, espiritual y afectiva..La fase de autoeducación llega cuando el hombre posee un grado de madurez psicofísica tal que puede tomar opciones responsables acorde con la recta razón , y se vincula siempre con esa primera etapa educativa en que se han creado las “ raíces existenciales “…

FORMACIÓN INTEGRAL.

Por ello la importancia vital y existencial de formar integralmente al educando en este primer período educativo. Declara en este sentido el Sagrado Concilio que “ los niños y adolescentes tienen derecho a que se les estimule a apreciar con recta conciencia los valores morales y aceptarlos con adhesión personal y también que se los estimule a conocer y amar a Dios “. En el campo de la educación religiosa, la familia es insustituible.

Deben los padres introducir a los hijos progresivamente en el descubrimiento del misterio de Dios y en la oración .Es más, hay obligación a ser existentes con ellos en lo que atañe al crecimiento espiritual. Se les debe indicar el camino de santidad, estimulándolos a tomar decisiones comprometidas en el seguimiento de Jesús, fortalecidos por una vida sacramental intensa. Se deben celebrar los sacramentos con el máximo esmero y poniendo las condiciones apropiadas para experimentar la alegría de una verdadera liberación sin encerrarse en la propia miseria, en la confesión de los pecados personal ,con absolución individual, en la imperiosa necesidad de la oración personal, de incentivar continuamente la fe en la presencia real y permanente del Señor en el Sacramento del altar, y en el gozo del Santo Rosario.

Pero esta necesaria y debida influencia educativa familiar se ve minada por el ataque directo contra la misma institución familiar por parte de los enemigos de la familia. Nos encontramos frente a una verdadera guerra con una auténtica planificación estratégica, táctica y operativa.

Se quiere “ destruir “ la familia, diluir los derechos, obligaciones y responsabilidades y responsabilidades de los padres ; se quiere, violando el justo principio de Subsidiariadad (** ), subsumir mundialmente,- pues previamente se eliminado la plena soberanía nacional incluso en el ámbito educativo transvasándola a organismos supranacionales, dependientes de la ONU-, la competencia de enseñanza en todos los ámbitos sin cortapisas, para reducir al hombre mediante una educación desnaturalizada y radicalmente inmanentitas (** *)de pretensiones mesiánicas, en un simple consumidor ególatra, esclavo de su ciego orgullo y de sus desordenadas pasiones, preocupado y ocupado de bienestar y autosatisfacción instintiva por pulsiones.

(*). Disculpen al Director, repetir: “ falsa filosofía política, económica ,social…”

(**) Según nuestro contemporáneo mártir Carlos Sacheri. “proviene del latín subsidium que significa “ ayuda, apoyo, sapiencia “…,la acción que realiza alguien en ayuda, auxilio, de otro para suplir o completar aquello que éste no puede hacer por sí solo “.

(***) Es el espíritu del mundo ,cuyo príncipe es el demonio…

( Continuaremos con la 2da. Parte “ 3. Enemigos de primer orden contrarios a la familia y a su tarea educativa :positivismo jurídico y dirigismo cultural. Influencia negativa de la televisión “ Este Director piensa , que este capítulo próximo es fundamental conocer y creo que será inolvidable y sorprendente. )