jueves, octubre 16, 2008

Nadie habla claro

Buenos Aires, 3 de junio de 2008

Sr. Director

Nadie habla claro


                 El conflicto iniciado por el gobierno en contra del campo hace ya casi tres meses, ha puesto al descubierto una serie de aspectos que, hasta entonces, estaban contenidos a la espera de algún detonante.
    Esos aspectos, están referidos al profundo rechazo que la mayoría de la sociedad argentina siente por el actual gobierno, sobre todo por el odio y la división ideológica que el matrimonio Kirchner se ha empecinado en instalar en el país.
    Sin embargo, llegada la hora de las palabras, parece que nadie habla claro y todos se limitan a señalar que el problema de fondo está dado por las retenciones impuestas al campo, escondiendo de esta forma la raíz del problema, que no es otro que la mismísima pareja presidencial a la cual, gran parte de la sociedad, rechaza y quiere su renuncia.
    Tiene razón el “comandante en jefe de la guardia pretoriana kirchnerista”, el inimputable D’ Elía, cuando dice que “aquí quieren voltear al gobierno”, aunque para ser más riguroso y exacto debería decir “aquí quieren que este gobierno se vaya”, pues eso es lo que realmente está sucediendo. Ocurre que en Argentina se ha internalizado el complejo del golpe de estado y por ende, los dirigentes tienen temor de exigir con todas las letras que el gobierno se vaya, aún sabiendo que su exigencia está avalada por la misma legitimidad. Tienen pánico de que los califiquen de golpistas o desestabilizadores y en tal sentido, no dicen la verdad de lo que realmente está sucediendo en la Argentina con un gobierno que busca y fomenta la división del pueblo y que hace oídos sordos a la más extraordinaria movilización propiciada por el sector más importante y representativo que tiene el país y que reunió al pie del monumento a la Bandera a más de 300.000 compatriotas.
    Hay que hablar claro porque si no se confunde al país y también terminan confundidos los objetivos… y la gente se pregunta: ¿al final qué es lo que quieren?
    Cuando De La Rúa abandonó el gobierno, nadie habló de golpismo y todos eran contestes en que debía renunciar… Entonces ¿por qué hoy es distinto si el sentimiento popular es el mismo?... 
    Quienes encabezan las protestas, los principales comunicadores sociales, periodistas, miembros de la oposición, de la clase dirigente, la iglesia, los gremios (los no comprados por el gobierno), etc., deben decir la verdad y hablar claro solicitando la renuncia de este gobierno y actuar en consecuencia. Cuando un gobierno recibe un sopapo tan profundo y contundente como lo fue el de la movilización del pasado 25 de mayo, pleno de familias y banderas argentinas, debe asumir que ha perdido su legitimidad y renunciar sin que se lo tengan que solicitar. No hacerlo, a la larga sólo traerá graves consecuencias. 
                                          ¡Por Dios y por la Patria!
                                                      Hugo Reinaldo Abete
                              
                             Ex Mayor E.A.