martes, noviembre 18, 2008

Leyendo el libro del amigo ANTONIO CAPONNETTO.II.

Leyendo el libro del amigo ANTONIO CAPONNETTO: “ La Perversión Democrática “.
                                                              II
“ LA DEMOCRACIA ES UN CONGLOMERADO DE PERVERSIONES “
Si el mejor pensamiento clásico descubrió los males sustantivos de la democracia, y si lo mismo hicieron pensadores de nota, no necesariamente ligados a la Iglesia Católica : si los grande paganos como Platón y Aristóteles señalaron el desquicio de este sistema insano, y otro tanto podría decirse de autores como Gentile, Guénon, Evoca, Maurras,, Henri de Man, Violkoff y los precitados Ortega y Gasset y Tocqueville, va de suyo que el Magisterio de la Iglesia no podía callar ni errar en cuestión de tanta monta. Y es aquí cuando se aprovecha y entiende la comentada antología de textos que me hiciera llegar Enrique Brousain. Muy especialmente los correspondientes al maestro Julio Menvielle* en su obra Concepción católica de la política.-Que sepamos hay cuatro ediciones de esta obra que remitimos efusivamente. La primera publicada en los cursos de Cultura Católica , en 1932. La segunda, bajo el mismo sello editorial, en 1941. La tercera publicada por Teoría, Buenos Aires, 1961, y la cuarta en el volumen III de la Biblioteca del Pensamiento Nacionalista Argentino, Buenos Aires, Dictio, 1974. cada una de ellas ofrece ampliaciones y correcciones. También puede leerse por internet en www. Juliomenvielle.org-
Al repasar aquellos párrafos fundantes en necesaria epítome, varios corolarios pueden extraerse con provecho:
a)       que según enseñanzas  de Santo Tomás, una institución es la República, que admite “ la participación jerárquica de todos en el gobierno de la cosa pública “ y otra su corrupción, la democracia, “ régimen tiránico del gobierno popular “, que por su esencia igualitaria concluye en la opresión de una clase o de un partido sobre otro ( De Regno, I,I )
La democracia, pues, tiene un perversión intrínseca. Pervierte la República.
b)que si tergiversando y “ olvidando la profunda sabiduría del lenguaje tomista se quiere usar el vocablo democracia para significar la república o politia, entiéndase que ésta no se ha realizado ni se ha de realizar en ninguna de las repúblicas o democracias modernas […]. Todas las cuales no son sino una mezcla de demagogia con la oligarquía de los bribones, presentan un tipo inestable y sedicioso, porque en ellas jamás se procura el bien común temporal […] y no piensan sino en la procuración de bienes económicos; no el común, porque el bien del individuo-gobernante prima sobre el bien del partido, el del partido sobre el bien de la nación, el de la nación sobre el bien de los derechos internacionales y sobre el bien  divino de la Iglesia” ( P. Julio Menvielle *, Concepción Católica de la Política )
La democracia pues, pervierte la noción de bien común y la jerarquía misma de los bienes. Y es de notar, complementariamente, que esta ley enunciada por Menvielle, de futuribles democracias indeseables, no ha dejado de cumplirse desde  que la anunció por primera vez, hace ya más de un largo de siglo.
c) que el auge de la democracia ha engendrado “ modernas sociedades, conformadas perversamente en su interior por haber perdido el recto sentido del bien humano […] víctimas de los consorcios financieros internacionales, los cuales, después de haber corrompido las conciencias, acordando prebendas a las personas influyentes de la colectividad, manejan, por medio de éstas, la misma cosa pública, cabiendo derivar en provecho de la proliferación del oro que han acumulado, toda la vida productiva del país. Luego desde el punto de vista católico, que asigna como programa fundamental de toda política la realización del bien común de la ciudad temporal, es inaceptable la forma impura de democracia que revisten las repúblicas modernas “( P. Julio Menvielle, ibidem )
La democracia, pues, pervierte tanto el interior de las conciencias como el interior de las comunidades.
d) que “ lo que hace trágica la conducción de los pueblos en los tiempos modernos es que, de hecho, en la realidad concreta el mito religioso de la democracia ha invadido y contaminado completamente a la democracia política y aun todas las formas actuales de gobierno. “. “ Añadamos que en el vocabulario de Santo Tomás la democracia como forma política legítima no se llama democracia, sino República ( politia ). Es una forma de régimen mixto, en la cual el principal democrático que, en su estado puro tiende a la dominación del número, está templado por el principio aristocrático ( poder de los que se distinguen en valor y virtud […] En tanto  a la palabra democracia , designa Santo Tomás , la forma corrompida de politia , y el principio democrático es su estado puro “” ( P-Julio Menvielle. Ibidem).
La democracia , pues ,pervierte, invade, contamina, vuelve impuro lo que toca.
e) que la historia y en el rumbo de las civilizaciones  hay una ley que “ marca cuatro momentos: un primer momento de plenitud, una edad de oro, teológica , por el primado de la verdad sagrada o sacerdotal ; un segundo momento, de decadencia, una edad de plata o aristocrática  por el primado de la verdad natural o racional, o metafísica ; un tercer momento, una edad afectiva o sentimental , o sensible, o animal o económico-burguesa; un cuarto momento, una edad de hierro o democrática , por el primado de la materia, o la cantidad que es su propiedad necesaria, o dé la multitud o de los económico- proletario “ ( P. Julio Menvielle, ibidem )
La democracia, pues, pervierte a las civilizaciones y marca el rumbo más bajo de su declive, analogándose y con esa edad de hierro de la que nos hablara Hesíodo.
f) Que el dominio que hoy  ejerce “ la multitud proletaria o democrática, nos obliga a estudiar la esencia de la democracia, buscando desentrañar su ley íntima. Nadie ha analizado tan profundamente la democracia como Santo Tomás de Aquino y Aristóteles […].Parte el Santo Doctor de la premisa que la razón de ser y el término del estado popular es la libertad, y por ello el poder o autoridad se distribuye en ese Estado de acuerdo a la dignidad de la libertad ( Comentarios a la Política de Aristóteles, IV,,7 ). En su mente la democracia está ligada a una concepción de la vida en la que se hace de la libertad el supremo bien del hombre y, por lo mismo, el fin de la ciudad ^una ciudad que no es la Ciudad Católica ] .En el  estado popular- dice en Política III ,4- sólo se busca la libertad, y sólo ella  es lo que en común confieren los ciudadanos. Todas las otras cosas existen por la libertad y para la libertad. Nada valen, por tanto ;las diferencias que separan un hombre de otro, nada las dependencias naturales o históricas, nada de los vínculos familiares o nacionales, nada la diversidad de ingenios, de las aptitudes, de la educación, de la cultura o de los derechos adquiridos.  Como a todos y a cada uno dio la naturaleza idéntica libertad, será necesario que todos y cada uno en cualquier parte sean iguales “ ( P. Julio Menvielle, ibidem ).
La democracia, pues pervierte las nociones de libertad y de igualdad, y se convierte en  “la dominación de la plebe “.
g) que “ la justicia popular o democrática exige que todos participen en los honores y favores públicos de acuerdo a una unidad cuantitativa, y no, en cambio, de acuerdo con la dignidad de la persona o igualdad de proporción [….] Por otra parte,, como ha de haber quien establezca y conserve esta justicia popular… se sigue que el fin y la justicia del estado democrático es la opinión de la multitud […]. La opinión y voluntad de la multitud es ley, entonces, en el régimen democrático. ¿ Cuál es el resultado de un régimen fundado en estas premisas ?. El resultado dependerá de la condición mortal de la multitud. Sí ésta, en su mayoría, es virtuosa, la ciudad será virtuosa; sí perversa, la ciudad será perversa . Pero el Doctor Angélico saca inmediatamente la conclusión de que tal ciudad, en la que la multitud fija la norma de  la justicia, habrá de ser perversa porque allí mandan los viles y desordenados ( Política, VI, 2)[…]La conclusión de Santo Tomás esta determinada por el concepto pesimista que tiene la muchedumbre. Se podrían acumular citas y citas en las que se enseña que las muchedumbre, en la mayoría de los casos, se deja llevar por sus malas inclinaciones, violando el orden recto de la razón[…] El pueblo se aparta de la razón la más de las veces, dice el Santo en Politica IV.13 Pupulus enim déficit a ratione, ut in pluribus.
En substancia, que el pueblo, al no reaccionar sino efectivamente está  expuesto a equivocarse y extraviarse ; necesita que otros- los menos- le indique qué le conviene y se lo hagan querer; si una minoría virtuosa no le confiere la virtud, cualquier otra minoría audaz le impondrá el yugo del dinero o del trabajo colectivo “ ( P Julio Menvielle, ibidem. )
La democracia , pues , pervierte la noción de participación y de justicia, entroniza la tiranía de la multitud, y es perversa porque ésta suele serlo, mandando en ella los viles y desordenados.
h) que “ el análisis de la esencia de la democracia nos conduce a la conclusión de que ésta, partiendo de la idea de libertad, que es su principal e indispensable presupuesto, termina inexorablemente en la tiranía, o dictadura de la multitud , del número, de la cantidad, y por lo mismo de la sinrazón y del desorden [….] El principio fundamental que la mueve [ a la democracia ] es el igualitarismo universal absoluto. Ahora bien : como los hombres- sin una intervención especial de Dios- no pueden ser igualados o nivelados por lo más encumbrado que hay en ellos, es, a saber, la ciencia y la virtud, no resta sino la posibilidad de intentar la nivelación absoluta universal, por lo más bajo que  hay en ellos, es decir, por su condición material. Tal es el intento del comunismo soviético, como enseña PÍO XI en su magistral y actualísima en cíclica Divini Redemptoris ( P. Julio Menvielle. Ibidem ).
La democracia, pues, es perversión que lleva a otra mayor y de ella derivada y cómplice : el comunismo. Algo que los mismos comunistas testificaron y previeron.
Ahora bien; lo propio del sabio es distinguir y ordenar. Por eso Becar Varela no ha hecho ninguna de estas distinciones y se ha mostrado incapaz de todo ordenamiento conceptual. No ha querido distinguir entre democracia y república, entre formas puras e impuras de gobierno, entre componentes  de un régimen mixto legítimo y autonomía ilegítima de esos componentes, entre la posiblidad de un deber ser de bondad condicionada y la trágica realidad de una perversión antigua y presente.. No ha querido distinguir en suma, lo que todos los grandes tratadistas católicos han discriminado con ciencia y cautela. Ya no el padre Julio Menvielle, sino estudiosos  de enjundia como Louis Billot, Victor Bouillon, Jean Ousset, MarceloDemongeot,Jean Madiram, Jesús Muñóz, S.J, Héctor Hernández, Bernardino Montejano, Padre Osvaldo Lira, Luis Sánchez Agesta, Fulvio Ramos, Alberto Falcionelli, Juan Antonio Window, y tantísimos otros. Si hubiera distinguido bajo la tutela del magisterio clásico y cristiano, la conclusión no podría haber sido otra que la que sintetizó Charles Maurras : “ no es  que la democracia está enferma; la enfermedad es la democracia “
Agrava la cortedad interpretativa de Becar Varela, por un lado, el hecho de que, desde su confusión, se autoerige en tribunal de ortodoxia; más por otro, el hecho igualmente ruinoso, de que su indistinción y desorden mental, no se mantiene sólo en el ámbito de las discusiones académicas, sino que INTA justificar con ellas determinadas acciones políticas personales, a la par que condena intemperantemente la de quienes no quieren secundarlo. Porque al igual que tantos liberales católicos, le sobreviene a nuestro criticado no una preocupación teorética por el hallazgo de la Verdad, sino una urgencia práctica para encontrar algún retazo de doctrina católica con la que bautizar su heteropaxis.
  • He leído los libros del P. Julio Menvielle- recomiendo “ Concepción Católica de la Economía”, y tantos otros…Gran amigo. Personalmente lo presenté en la Municipalidad de Concordia, en un Conferencia que como siempre dejaba “ cola”….El Director.¡ Era contundente aplicando lo de San Pablo , “ La verdad oportuna o inoportunamente “…
  • Continuaremos con :” III- La dmocracia y el Magisterio de la Iglesia. “