lunes, febrero 02, 2009

El Papa pidió que la tragedia del holocausto no sea olvidada

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El Papa pidió que la tragedia del holocausto no sea olvidada
 
Ciudad del Vaticano, 29 Ene. 09 (AICA)

Benedicto XVI en la Audiencia General de los miércoles
Benedicto XVI en la Audiencia General de los miércoles
En el curso de la Audiencia General de los miércoles, en el Aula Pablo VI del Vaticano, Benedicto XVI se refirió a la Shoah, de la que se celebraba la Jornada internacional de la memoria, y explicó el significado de la revocación de la excomunión a los obispos de la Fraternidad de San Pío X, a los que exhortó a ser fieles al Concilio Vaticano II.

     Al aludir al recuerdo del Holocausto, Benedicto XVI recordó la visita que realizó al principio de su Pontificado al campo de exterminio de Auschwitz, uno de los lager “en los que se consumó el genocidio de millones de hebreos víctimas inocentes de un ciego odio racial y religioso”. A este propósito lanzó un vibrante llamado para que esta tragedia no sea jamás olvidada.

     “Mientras renuevo con afecto la expresión de mi plena e indiscutible solidaridad con nuestros hermanos destinatarios de la Primera Alianza, deseo que la memoria de la Shoah lleve a la humanidad a reflexionar sobre la imprevisible potencia del mal cuando conquista el corazón del hombre. Que la Shoah sea para todos, una admonición contra el olvido, el negacionismo o el reduccionismo, porque la violencia hecha contra un solo ser humano es una violencia contra todos. Ningún hombre es una isla, escribió un conocido poeta. La Shoah enseña especialmente tanto a las viejas como a las nuevas generaciones que solo el camino fatigoso de la escucha y del diálogo, del amor y del perdón, conduce a los pueblos, a las culturas y a las religiones del mundo a la deseada meta de la fraternidad y de la paz en la verdad. Que jamás la violencia humille la dignidad del hombre”.

Un acto de “paternal misericordia”
     A propósito de la catequesis sobre San Pablo, el Papa aludió a la homilía pronunciada al inicio de su pontificado. “En ella afirmé  –dijo-  que la tarea explícita del Pastor es “la llamada a la unidad”. Precisamente en cumplimiento de este servicio a la unidad, que cualifica de manera específica el ministerio del Sucesor de Pedro hace unos días “he decidido conceder la remisión de la excomunión en la que habían incurrido los cuatro obispos ordenados en 1988 por monseñor Lefebvre sin mandato pontificio”.

     “He realizado este acto de paternal misericordia porque en repetidas ocasiones estos prelados me manifestaron su vivo sufrimiento por la situación en la que se encontraban. Deseo que a este gesto mío siga el solícito compromiso por parte de ellos de realizar los ulteriores pasos necesarios para alcanzar la unión plena con la Iglesia, testimoniando de esta manera la verdadera fidelidad y el verdadero reconocimiento del magisterio y de la autoridad del Papa y del Concilio Vaticano II”.+


 
Fuente - AICA -