miércoles, mayo 19, 2010

"Los Kirchner no pueden dar lecciones de justicia", afirmó la oposición española

LANACION.com

"Los Kirchner no pueden dar lecciones de justicia", afirmó la oposición española

El Partido Popular cuestionó la reunión del matrimonio presidencial con el suspendido juez Garzón; también criticó con dureza el nivel de seguridad jurídica en la Argentina

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"Los Kirchner no pueden dar lecciones de 
justicia", afirmó la oposición españolaLa reunión entre los Kirchner y Garzón desató la ira del PP Foto: EFE
La presencia de Cristina Kirchner en Madrid, y en particular su reunión con el suspendido juez Baltasar Garzón, provocó durísimas críticas en el Partido Popular español, principal oposición al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de José Luis Rodríguez Zapatero.
"Cristina Fernández de Kirchner y su marido son los menos indicados para dar lecciones de Justicia y de seguridad jurídica a nadie", afirmó la vocera del PP en el Congreso de los Diputados (la Cámara baja del Parlamento español), Soraya Sáenz de Santamaría.
Según consignaron las agencias EFE y AFP, la portavoz agregó: "Es intolerable que [Cristina Kirchner] venga de afuera a dar lecciones de respeto a la Justicia".
Tras la dura sentencia, el PP pidió al gobierno español que no permita que "nadie ponga en entredicho a las instituciones" locales. Completó el pedido con una crítica directa a la administración de Rodríguez Zapatero. "Cuando desde dentro del gobierno se debilitan las instituciones, algunos desde fuera se ven legitimados para hacer lo mismo".
Ayer, Cristina y Néstor Kirchner se reunieron en Madrid con Garzón, recientemente suspendido por el Tribunal Supremo español que encontró irregularidades en una investigación sobre las víctimas del franquismo.
La reunión no duró más de dos horas, pero fue tiempo suficiente para que la Presidenta realizara el gesto que esperaba: apoyar a un magistrado que fue clave en los procesos de enjuiciamiento a militares argentinos por víctimas residentes en España.
Asuntos internos. La Presidenta se preocupó en aclarar bien que con esa actitud no quería meterse en los asuntos internos de los españoles. La aclaración fue necesaria, ya que la suspensión de Garzón generó una fuerte división en la sociedad ibérica, que incluyó marchas a favor y en contra del juez.
"Me reuní con el juez Garzón para brindarle todo nuestro apoyo. Esto no es meterse en asuntos internos de un país. Me parece que los derechos humanos deben ser universales", dijo. "Estamos no sólo preocupados, sino sorprendidos y dolidos [por la decisión adoptada contra el magistrado]", completó.