lunes, diciembre 13, 2010

C4-2010 Falsedades de Balza

Buenos Aires, 8 de diciembre de 2010

Día de la Inmaculada Concepción

de la Bienaventurada Virgen María

Sr. Director

Las falsedades de Balza

Con motivo de haberse conmemorado el vigésimo aniversario del Pronunciamiento militar del 3 de Diciembre de 1990, el “premiado” embajador de nuestro país en Colombia, Martín Balza publicó un artículo en el diario Clarín para referirse con falsedades a dicho acontecimiento. Antes de entrar a detallar las mismas, es oportuno poner especial atención en el diario que el larguirucho militar eligió para su publicación ya que, como todos sabemos, Clarín hoy es el principal enemigo del gobierno. Y si a esto le sumamos que también dio un amplio reportaje al diario de extracción radical Río Negro, podríamos llegar a concluir que, como suele hacer Balza, se está despegando del actual gobierno y otra vez buscando cobijo con los radicales.

Dicho esto a modo de introducción para saber de quién estamos hablando, digamos que el ex “superalfonsinista”, “supermenemista” y “superkichnerista”, “en suma superbalzista”, volvió al ataque para desprestigiar al 3 de Diciembre de 1990 y a quienes fuimos sus protagonistas, con los mismos argumentos falaces que usó en 1990 como acción psicológica y que le dieran tan buenos resultados. Pero se olvida que han pasado 20 años y que son muy pocos los que hoy le creen, pues si algo bueno tiene el tiempo es que pone las cosas en su justo lugar.

Ya basta de falsedades general, termine de ensuciar a los demás para seguir creciendo políticamente. Ya nadie tiene dudas que, aunque aparente ser una persona exitosa, todos saben que es un mediocre que llegó hasta donde llegó merced a su corrupción moral. Militarmente usted es despreciado por los “carapintadas” pero también por los que no lo son, por los que están en actividad y por los retirados y, por si fuera poco, por los socios del círculo Militar que lo expulsaron de la Institución. Y en el plano político, aunque a ellos les conviene, porque si no fuera por usted no habrían podido nunca destruir a las FF.AA., también lo desprecian, radicales y peronistas. Sólo escuché hablar bien de usted a la masonería y a la comunidad homosexual.

Dice usted en su artículo que “el 3 de Diciembre fue un punto de inflexión en nuestra historia política: es la definitiva sujeción del Ejército a las instituciones de la democracia”. A este respecto debo decirle que efectivamente nosotros, los carapintadas consideramos al 3 de Diciembre de 1990 como un punto de inflexión, pero, a partir del cual se materializó la destrucción de las FF.AA. que se necesitaba para la entrega de la Patria. Y usted lo hizo posible.

Ahora general, 20 años después dice usted “Todo se cumplió” al referirse a todo lo que el coronel Seineldín le pidió al poder político de entonces (designación del JEMGE y del ministro de Defensa), pero en 1991 en el juicio en la Cámara Federal que condenó a los “carapintadas” a larguísimas condenas, usted lo negó categóricamente ante los jueces y esa negativa sirvió para condenarnos.

Afirma usted con afán de desprestigiarnos “creo que fue algo bastante improvisado, cruento, desviadamente ideologizado, anárquicamente conducido”... Usted, se atreve a catalogar a la conducción del coronel Seineldín como anárquica, cuando bien es sabido por todos que en el ejército del cual usted era el subjefe reinaba el estado deliberativo y la falta de conducción. Usted lava sus culpas endilgándoselas a otros. Justamente el coronel Seineldín se puso a la cabeza de lo que en el Ejército era un clamor y evitó la anarquía. Y usted ahora después de 20 años insiste en ensuciar la figura del soldado de mayor prestigio que tuvo nuestro Ejército en las épocas modernas... Pero por favor general...

Y respecto a que fue algo cruento, cuestión ésta que nadie duda, se olvida usted de mencionar que fue la represión que usted condujo lo que convirtió en cruento lo que era un pronunciamiento que a toda costa debía evitar el derramamiento de sangre entre camaradas. “A Degüello” le ordenó el presidente Menem y usted general cumplió con la “obediencia debida”... Por eso hoy es embajador.

Y también como es su costumbre (la de quedar bien con todos), no se olvidó de separar al 3 de diciembre de 1990 del teniente coronel Rico, afirmando que éste no tenía nada que ver con dicho pronunciamiento, cosa que debo reconocer, nos vino muy bien, porque es rigurosamente cierto y nadie hasta ahora lo creía.

Más allá de este acierto, por si resultaran pocas las falsedades señaladas, usted en el reportaje del diario Río Negro adelanta que está por sacar un libro en el cual nombraría a los políticos que tuvieron algo que ver con el coronel Seineldín y el 3 de Diciembre de 1990. Permítame recordarle que la lista completa la publicamos con el coronel en mi libro Por Qué Rebelde (editorial Librería Huemul – 1996), con el detalle de fechas, participantes y temas tratados.

Mejor sería que explicara en su próximo libro que pasó con la venta de armas a Ecuador y Croacia y la adulteración de los cañones, o de los sobornos que realizó en el caso Carrasco para zafar del encubrimiento... Pero claro, para qué lo va a hacer si otra vez tendría que mentir ya que descarto de usted cualquier proceder honorable.

¡Por Dios y por la Patria!

Hugo Reinaldo Abete

Ex Mayor E.A.