Urondo
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Los jueces del Tribunal Oral Federal Nº 1 de Mendoza que condenaron el jueves pasado, a cadena perpetua, a cuatro
ex-policías responsables de la muerte --ellos lo calificaron de asesinato-- del terrorista Francisco "Paco" Urondo,
tienen una visión muy particular de la guerra.
Urondo era parte de la organización Montoneros y fue enviado en junio de 1976 a Cuyo para comandar una célula combatiente. Como se sabe, el citado grupo subversivo le había declarado la guerra al Estado argentino y pretendía instaurar un régimen socialista. Para ello reivindicaba el derecho de matar a sus enemigos, cosa que hizo, sin misericordia, con jueces, militares, sindicalistas y empresarios. Urondo secundó esta política hasta sus últimas instancias y cuando fue detectado en Mendoza y se intentó detenerlo, respondió --como era lógico en el curso de una guerra-- a los balazos. Murió en un enfrentamiento porque estaba armado y si no lo mataban a él, él hubiese ultimado a sus perseguidores. Que a esto se lo considere un crimen demuestra la imparcialidad de algunos magistrados siempre dóciles a los mandatos gubernamentales. |
