lunes, agosto 20, 2012

Los dueños de Ciccone, la gran incógnita

Por Nicolás Wiñazki

Aníbal Fernández reconoció ayer que al Gobierno no le importa saber quiénes manejan la imprenta.
17/08/12
El senador Aníbal Fernández volvió a ser el vocero de los sincericidios oficiales. Ayer admitió que al Gobierno no le importa saber quiénes son los dueños de la ex Ciccone Calcográfica.
“¿Ustedes saben quiénes son los dueños de Repsol?”, les dijo a los periodistas que le preguntaron sobre el tema, como si la comparación con la anterior expropiación de una empresa impulsada por la Casa Rosada fuera correcta.
No lo es.
La Justicia tiene hoy la obligación de descubrir la identidad de los verdaderos accionistas de la sociedad The Old Fund, controlante de la ex Ciccone, porque se los investiga por un delito complejo: el de lavado de dinero.
El senador Fernández, que representa a los ciudadanos de la provincia de Buenos Aires, el distrito en el que está ubicada la ex Ciccone, ayudó ayer a que esos personajes se sientan cerca de la impunidad.
En la causa Ciccone consta que la ingeniería societaria que se armó para rescatar a la empresa se hizo de modo ilegal. El jubilado “Piluso” Schneider, ex apoderado de Tierras International Investments, una sociedad que controlaba a The Old Fund, y por ende a la ex Ciccone, admitió ante el juez que prestó su nombre para armar esa S.A. trucha a cambio de 200 pesos.
Otra sociedad accionista de la ex Ciccone, llamada Dusbel, radicada en Uruguay, está siendo investigada en ese país por lavado de divisas: el expediente lo impulsó el gobierno de José Mujica.
La expropiación de la ex Ciccone es única en su tipo: aún no se conoció la opinión de ninguno de los accionistas mayoritarios o minoritarios de la compañía.
Hay al menos dos personas que podrían ayudar a hacer públicos los nombres de los dueños de The Old Fund. Son el socio de Amado Boudou, el millonario José María Núñez Carmona; y uno de los hermanos del vice, Juan Bautista. En la Justicia consta que ambos viajaron a diferentes destinos internacionales con pasajes y gastos pagos por esa sociedad anónima. ¿Podrían desconocer quiénes fueron sus generosos financistas?
Boudou está imputado en la causa Ciccone por enriquecimiento ilícito, negociaciones incompatibles con la función pública y lavado de dinero. Ayer, cuando terminó la sesión de la estatización de la imprenta, el vice fue abrazado por sus colaboradores. Reía.