viernes, septiembre 28, 2012

Chávez moviliza una red de comandos armados para controlar una eventual votación adversa

Los grupos paramilitares están inspirados en las unidades Basij que abortaron la «Revolución Verde» iraní. ABC tiene acceso a los códigos de comunicación secretos de esa red incondicional del chavismo

Hugo Chávez está adiestrando a células de «militantes revolucionarios», en parte procedentes de los llamados «colectivos» (bandas callejeras armadas), para controlar una eventual votación adversa en las presidenciales del 7 de octubre.
Con alguna encuesta que comienza a no creer imposible una victoria del opositor Henrique Capriles y evidentes problemas del chavismo para llenar ciertos actos electorales, Chávez parece confiar su suerte a la acción directa de las Redes de Movilización Inmediata (REMI), dedicadas a «la alerta temprana y la antelación», según la documentación interna a la que ha tenido acceso ABC.
Abortar concentraciones de la oposición antes de que estas puedan tomar cuerpo, «detección de dirigentes opositores», «organización de movilizaciones de calle y de resistencia» y «control territorial» son algunas de las funciones de las REMI, que copian sus tácticas de acción de las unidades Basij iraníes, cuya actuación fue decisiva para abortar la «Revolución Verde» en 2009.
«Lo más peligroso en las elecciones son las REMI», asegura un coronel del Ejército venezolano relacionado con los planes de contigencia para las elecciones, que pide anonimato para evitar represalias. El coronel asegura que en junio se comenzaron a repartir unos 8.000 fusiles AK-103, la nueva versión del AK-47 ruso que se fabrica en Venezuela.
No todos los integrantes de las REMI, red que ya existía previamente pero que ha sido ampliada y entrenada para esta nueva misión, serán prontos a la violencia o irán armados. Muchos de los 3.800 que hasta julio habían participado en jornadas de preparación podrían limitarse a labores de observación, pero otras funciones previstas para esas células, compuestas de pequeños equipos de entre cinco y siete miembros, requieren actuación violenta.
En la documentación obtenida sobre las REMI no hay referencias explícitas a armas y se presenta todo el plan como reacción ante posible alteración del proceso electoral por parte de la oposición o de militares contrarios al chavismo, pero funciones específicas de las REMI y la casuística prevista para las situaciones que pueden presentarse son inequívocos. Se llega a hablar de posibles «heridos o muertos».
Su misma presencia en la jornada electoral no puede tener más misión que la de actuar al margen de la ley. La custodia del proceso electoral -seguridad en los centros electorales, custodia de los votos y su traslado a los lugares de recuento, conocido como Plan República- le ha correspondido históricamente al Ejército. Ahora, curiosamente por primera vez, el Ejército comparte esa función con las más chavistas Milicias (civiles con entrenamiento militar y armados reglamentariamente). El primero se desplegará en el 51% de los centros electorales, las segundas en el 49%, precisamente en muchos de los lugares donde la oposición está fuerte.

«Si matan civiles será un acto de civiles contra civiles, por los que el Gobierno de Chávez no se responsabilizará»

Ese despliegue bastaría para solventar cualquier incidente que se creara. Es díficil no ver en las REMI, pues, un propósito que va más allá de garantizar la seguridad de la jornada. «No tienen ninguna institucionalidad que les retenga. Si matan civiles, será un acto de civiles contra civiles, por los que el Gobierno de Hugo Chávez no tendrá que responsabilizarse ante requerimientos internacionales», aseguran las fuentes que han facilitado a ABC los documentos.
Una primera misión de las REMI es de «inteligencia social», como la «detección a tiempo de movimientos policiales o militares sospechosos» y «el marcaje de actores oponentes». Distribuidas por los centros electorales contarán con un planillo de códigos, entre ellos los siguientes: baja afluencia de votantes (A3) o alta afluencia (A4); detenidos, heridos o muertos (A17); presencia de militares opositores (Z1), aparición de la Policía de Miranda (Z7), de Carabobo (Z8) o de Chacao (Z9); llegada de carros blindados (J8) y observación de aviones o helicópteros (J9); alerta temprana (C1), alerta máxima (C2), acuartelamiento en puntos acordados (C3), ubicarse cerca del objetivo (C7) y avanzar sobre los objetivos asignados (C9).
Las instrucciones aconsejan que los «códigos abreviados deben combinarse con oraciones cortas», y entre los ejemplos se cita «enfrentamiento con Z8K (blindados). En el último ejercicio sobre sistema de comunicación y enlace, celebrado el 14 de septiembre, se llamaba a «intercambiar mensajes de textos por los celulares geodiferenciados» 0416-6366078, 0416-9282002 y números similares a este último acabados en 3, 4, 5, 6 y 7. «Utilizar simultáneamente la Línea 800: 080028377200». «Igualmente, debe mandarse mensajes usando este tipo de código por el email: comunicadoresenacción2@gmail.com». «Los REMI que tienen radios portátiles deben hacer una ronda reportando novedades con oraciones elaboradas previamente».
También se aporta el twitter @comunicadores21 , de momento mantenido en bajo perfil, y la web comunicadoresenacción2012.blogspot.com , en los que el contenido real de lo que se comunica quedará escondido bajo los códigos mencionados.
Además de los «equipos de inteligencia social» y los «comunicadores en acción» («propaganda en la calle y guerrilla en internet»), las REMI están constituidas por «equipos de control territorial», constituidos «como fuerza de acción rápida y de acción de calle, con capacidad para bloquear o aperturar puntos críticos de los corredores viales, áreas geográficas o localidades», así como «defender los espacios aledaños a las instituciones del Estado».
Las instrucciones advierten que «hacia las horas de la tarde, ante y en el proceso de escrutinio, igualmente va a existir una mayor tensión y los oponentes pueden impulsar el desarrollo de la confrontación sobre todo en los centros donde el resultado sea de empate técnico o resultados muy ajustados».
Previamente podrían utilizar la táctica de «apagones mata voto», algo que en su manual se atribuye a la oposición como posible estratagema para impedir la votación en lugares más chavistas, pero que extraña el detalle con el que se explica el proceso (ramas y árboles sobre las líneas, poste dañado, cable en el suelo...)