miércoles, octubre 31, 2012

Libertad religiosa: Recuerdan a sacerdote mártir asesinado por régimen comunista en Polonia
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Beato Jerzy Popieluszko
Beato Jerzy Popieluszko
ROMA, 19 Oct. 12 / 04:26 pm (ACI/EWTN Noticias).- Hoy 19 de octubre los católicos en Polonia y de distintas partes del mundo recuerdan el martirio del sacerdote y Beato, Padre Jerszy Popieluszko, quien fue torturado y asesinado por sus críticas y denuncias contra el régimen comunista de ese país europeo; además de ser un defensor del derecho a la vida y la libertad religiosa.
Cristian Ricci, presidente de la plataforma italiana Scienza & Vita Pontremoli, recuerda en esta fecha una frase del sacerdote que se convirtió en uno de los símbolos de la lucha del movimiento Solidaridad y de la democracia en Polonia:
"Lo que está en el corazón, que está profundamente ligado al hombre, no se puede eliminar con ningún orden o prohibición. Hace falta sacudirse del miedo que paraliza, que inmoviliza la mente y el corazón de los hombres. Hace falta sólo tenerle miedo a traicionar a Cristo por cuatro monedas de tranquilidad estéril".
Ricci recuerda además que el sacerdote consideraba "el aborto como una violación de la ley natural, universalmente vinculante. Fue él quien persuadió a muchos de que toda ley humana que viola la ley de Dios es en realidad ilegal y no genera obligación de acatarla".
El Padre Popieluszko nació el 14 de septiembre de 1947. Fue asesinado el 19 de octubre de 1984 por miembros de la policía política comunista a causa de su oposición al régimen. Fue beatificado el 6 de junio de 2010 en Varsovia, en una multitudinaria Misa concelebrada por 100 obispos y más de 1500 sacerdotes.
"El padre Popieluszko es beatificado como ejemplo de la defensa de derechos y de la dignidad humana, también como modelo del diálogo y reconciliación", dijo en aquella oportunidad el Arzobispo de Varsovia, Mons. Kazimierz Nycz.
La actitud de lucha del Padre Popieluszko y su gran capacidad de influir en los fieles desde su parroquia de Varsovia acabó con la paciencia del régimen, que ordenó su secuestro y asesinato en octubre de 1984.
El 6 de junio de 2010 y desde Chipre, el Papa Benedicto XVI dijo, durante el rezo del Ángelus, que "su celoso servicio y su martirio son un signo especial de la victoria del bien sobre el mal. Que su ejemplo y su intercesión nutran el celo de los sacerdotes y que encienda en los fieles el amor".