lunes, noviembre 05, 2012

[condor-nacional] En el aniversario de su muerte...(Alejandro Borenztein)

Q.E.P.D por Alejandro Borenztein

(hijo de Tato Bores).


Quiero aclarar que voy a escribir con las entrañas y que lo que voy a
decir no es políticamente correcto. Es lo que siento y lo que alcanzo
a razonar.

No voy a cambiar ahora mi punto de vista sobre NK.

Lo que pensaba el 26/10 lo sigo pensando hoy.

El tipo no me gustaba y por lo tanto sigue sin gustarme.

Que se haya muerto no agrega nada a la figura del sujeto.

Se murió, punto. Como nos vamos a morir todos.

Una muerte repentina no lo hace mejor.

No se murió Martin Luther King, ni Gandhi, ni la Madre Teresa.

Se murió un tipo que hizo de su vida política un enfrentamiento
constante, que favoreció y estimuló las antinomias, que llenó de
bronca, malos modos, desprecio, y falta de educación la sociedad
argentina.

Se murió un tipo que se autodenominó como de la juventud
revolucionaria y que en 1976 se escapó al sur ante el ruido del primer
petardo, y fue amigo de los militares torturadores.

Se murió un tipo que se autoerigió como el defensor único de los
derechos humanos, ignorando todo lo hecho por otros gobiernos, y al
que nunca ante se le había conocido militancia social.

Se murió un tipo que cuando ardían los cuerpos de 200 personas en
Cromagnon se escapó a refugiarse en su guarida sureña y que no
apareció por la capital hasta tres días después.

Se murió un tipo que acrecentó su fortuna en 55 millones de dólares en
dos años y que hizo desaparecer 500 millones de dólares.

Se murió un tipo que se agarró el testículo izquierdo cuando nombraron
a un ex presidente en el congreso, dando muestras de su fascinante
educación y que después negoció con el mismo ex presidente su voto en
el senado.

Se murió un tipo que, lamentablemente, mostró lo peor de la sociedad
en cuanto al respeto por el otro.

Se murió un tipo que a un porcentaje importante de la sociedad nunca respetó.

A la que siempre hostigó. Y no hablo de los que tienen guita, ellos se
defienden solos. Me estoy refiriendo a los que simplemente no
pensábamos como él.

Se murió un tipo que nunca debatió ideas. Que su forma de ejercer la
política era tirar a la banquina al que no pensaba igual.

Se murió un tipo que no respetaba al que no compartía su opinión.

Más cuando se trata de gente que ha influido o influye en las vidas de
la gente común como nosotros, como son los políticos.

No me puse a llorar cuando me enteré, pero la verdad es que tampoco me
entristecí.

No me conmueve ver a su esposa al lado del féretro, ni a Hebe de
Bonafini llorar.

Se murió un tipo que a mí no me gustó nunca, a pesar que en algunos o
muchos casos he estado de acuerdo con lo que hacía. Pero no cómo lo
hacía.

No estoy feliz, ni triste.

Alejandro Borenztein.