sábado, diciembre 14, 2013

- BOUDOU, UN VICEPRESIDENTE EMBLEMA DE LA CORRUPCIÓN 

BOUDOU, UN VICEPRESIDENTE EMBLEMA DE LA CORRUPCIÓN
Los desesperados esfuerzos del vicepresidente por desvincularse de la causa Ciccone fracasan frente al cúmulo de declaraciones y pruebas que lo vinculan. Es preciso que la causa Ciccone no repita el curso de tantas otras de similar calibre y gravedad institucional, que se prolongaron durante dos décadas.
EDITORIAL – LA NACIÓN
Tal como muchos suponían y otros -en el Gobierno- temían, el avance de la causa Ciccone se tradujo en nuevos elementos que comprometen cada vez más al vicepresidente de la Nación, Amado Boudou. Se comprende ahora en su plenitud el porqué de los desesperados esfuerzos de Boudou por despegarse del asunto, los que innegablemente contaron con la anuencia de la Presidenta, y que terminaron con el apartamiento del entonces juez de la causa, Daniel Rafecas, del fiscal Carlos Rívolo y del jefe de los fiscales Esteban Righi. En ese expediente se investiga a quién pertenece la ex imprenta Ciccone y si Boudou incurrió en tráfico de influencias, negociaciones incompatibles y lavado de activos, entre otros graves delitos. Otro de los investigados es su socio y amigo José María Núñez Carmona.
La semana pasada, en calidad de testigo, Guillermo Reinwick, yerno de Nicolás Ciccone, declaró haber facilitado el primer encuentro de su suegro con Boudou, en julio de 2010, en los estudios de Telefé, y agregó que ese día el vicepresidente le dijo a Ciccone que hablara con Núñez Carmona para resolver la crítica situación de la imprenta. Luego, agregó Reinwick, Núñez Carmona les explicó a él y a Ciccone, fundador de la imprenta, su plan para salvar la empresa.Sostuvo también que hubo otro encuentro entre Ciccone y Boudou.
Ese testimonio, ocurrido el martes, cobró aún más fuerza dos días después, cuando el propio Ciccone declaró ante la Justicia, donde confirmó sus encuentros con Boudou y Núñez Carmona y calificó las negociaciones como "una extorsión".
Al terminar su declaración, Reinwick -quien sostuvo ante el juez que "Boudou y Núñez Carmona se robaron la empresa"- fue incluido en el programa de protección de testigos, pues declaró haber recibido amenazas de muerte de parte de Núñez Carmona. Dijo que lo amenazó con "meter un tiro" a uno de sus hijos si declaraba. Este punto de innegable tono mafioso, que por supuesto no está probado, amenaza con convertirse en una preocupante constante del caso. La ex esposa de otro de los imputados también denunció haber recibido amenazas tras afirmar que su ex esposo, Alejandro Vandenbroele, era testaferro de Boudou.
De la investigación judicial surgió, además, un documento que indica que el vicepresidente es dueño de cinco empresas que nunca declaró ante la Oficina Anticorrupción y cuya propiedad tampoco reconoció ante el juez federal Ariel Lijo, a cargo de la causa Ciccone que también investiga a Boudou por enriquecimiento ilícito. Los abogados del vicepresidente habían hecho todo lo posible por impedir los testimonios de Reinwick, pues se encontraba entre los acusados por haber firmado documentos que lo vinculaban con The Old Fund, un fondo presidido por Vandenbroele y que es el controlante de la imprenta.Reinwick sostuvo que firmó obligado. Los defensores de Boudou pedirán la nulidad de su testimonio y del de Ciccone.
La Justicia deberá valorar con objetividad los elementos aportados por ambos y por otros testigos, así como la prueba documental, que es numerosa y tan comprometedora para Boudou como aquellos dichos pues, entre los documentos, se encuentra el apoyo incondicional que presentó a la AFIP, cuando aún se desempeñaba como ministro de Economía, para que se permitiera la "continuidad" de la imprenta, que se encontraba quebrada debido a una deuda de 240 millones de pesos. Luego de esa solicitud, y ante el asombro del juez de la quiebra, ésta se revirtió y la ex Ciccone pasó a manos de Vandenbroele.
Hay que tener presente que en ciertos casos de corrupción, cuando lo que se busca no es la verdad ni la sanción de los culpables, sino la parálisis y la prescripción, una estrategia consiste en acusar a la mayor cantidad posible de protagonistas del hecho para, de esa manera, no contar con testigos que puedan revelar la trama real. No caben dudas de que a la defensa de Boudou le convenía que Reinwick y Ciccone hubieran continuado como imputados. Pero Lijo los convirtió en testigos.
Otra línea de análisis sumamente delicada es la financiera. Se trata de averiguar, como señaló LA NACION, si quien financió el arribo de Vandenbroele a la imprenta resucitada fue el ex banquero Raúl Moneta o el titular del Banco Macro, Jorge Brito.
Es preciso que la causa Ciccone no repita el curso de tantas otras de similar calibre y gravedad institucional, que se prolongaron durante dos décadas. Cada año que transcurre, la Argentina se hunde un poco más entre los países más corruptos del mundo según el índice de percepción de la corrupción, que elabora Transparencia Internacional. La trama que va revelando el caso Ciccone permite comprender por qué.