martes, agosto 04, 2015

Francisco, en el Ángelus: «Dios siempre perdona y siempre perdona todo»

Durante el Año de la Misericordia habrá audiencias generales también los sábados


Una alfombra de paraguas cubría este domingo la plaza de San Pedro y no se debía precisamente a la lluvia. Miles de peregrinos escucharon la alocución previa al rezo del ángelus del Papa Francisco. Precisamente en esta semana que comienza, el Pontífice reinicia su actividad pública después de unas jornadas más tranquilas tras su viaje a América Latina. Le esperan en pocos días encuentros con miles de jóvenes en Roma: tanto el nutrido grupo de monaguillos que viene a visitarlo el martes, como los jóvenes del Movimiento Eucarístico Juvenil que se encontrarán con él el viernes. Además vuelve la audiencia general de los miércoles pero se llevará a cabo en el Aula Pablo VI, que el calor en Roma aprieta estos días y mucho.
Con respecto a las audiencias generales, como novedad para el Año de la Misericordia que comienza a partir del 8 de diciembre, el prefecto de la Casa Pontificia, monseñor Georg Gaenswein, explicó que, a partir de esa fecha, también se celebrará un sábado al mes una audiencia general del Papa con peregrinos.
Este domingo, el Santo Padre ha explicado que Jesucristo es el pan de vida que sacia un hambre que va más allá del hambre física de los hombres. «Todos tenemos este hambre que no puede ser saciada con un alimento normal», –ha asegurado Francisco–, «se trata de un hambre de vida, de eternidad que solo Él puede aplacar». Ese hambre, ha sentenciado el Papa, se calma con la donación del propio Cristo, dador y don en sí mismo, que es la Eucaristía.
Además, el Pontífice ha indicado que las preocupaciones cotidianas de cada uno por buscar el alimento de cada día o aquello que pueda mejorar la vida son algo normal. «Jesús no elimina esas preocupaciones», ha apuntado el Papa. No obstante, ha recalcado que «Jesús nos recuerda que el verdadero significado de nuestra existencia terrena está al final, en la eternidad, está en el encuentro con Él». También ha dicho Francisco que el sufrimiento y las alegrías de cada día, la historia humana, deben ser vistas con un «horizonte de eternidad».

Mensaje de misericordia

Después del rezo del ángelus, en el turno de los saludos, el Papa ha recordado uno de sus mensajes favoritos, el de la misericordia. Ha pedido a los fieles que no tengan miedo de acercarse a la confesión. Si bien se siente algo de vergüenza, ha asegurado, «esta vergüenza es una gracia que prepara para acoger el abrazo del Padre que siempre perdona y siempre perdona todo».
El Papa también ha hablado del llamado «perdón de Asís o indulgencia de la Porciúncula» en virtud del cuál es posible obtener indulgencia plenaria los días uno y dos de agosto. La historia se remonta a tiempos de San Francisco de Asís, en 1216. El 1 de agosto, Cristo y la Virgen rodeados de ángeles se aparecieron a San Francisco de Asís en la capilla de Santa María de los Ángeles en Asís. El santo le pidió al Señor que concediese la indulgencia a todos los peregrinos que visitaran la Iglesia dedicada a la Virgen bajo la advocación de Santa María de los Ángeles y Dios se lo concedió.
Al día siguiente, fue a pedírselo al Papa Honorio III, quien aceptó y dio su aprobación. Durante siglos sólo podía ganarse en la Porciúncula, en Asís, pero ahora existe la posibilidad de hacerlo en las iglesias franciscanas, y en todas las iglesias parroquiales de Asís. Eso sí, es necesario cumplir las condiciones: comulgar, confesarse y rezar por las intenciones del Papa.