lunes, diciembre 26, 2016

Las sospechosas actividades del socio de Máximo

 

La Unidad de Investigación Financiera (UIF) detectó presuntas maniobras para lavar dinero en una empresa del socio de Máximo, que administra los hoteles de los Kirchner.
Osvaldo Sanfelice, socio de Máximo en la inmobiliaria de Santa Cruz, es dueño de la empresa llamada Idea S.A., que administra los hoteles K Alto Calafate, Las Dunas y La Aldea de El Chaltén.
De acuerdo a la UIF, la actividad detectada “no guardan relación con la actividad” de la empresa. En principio se descubrieron irregularidades por casi $4 millones entre octubre de 2015 y abril de 2016. Y es probable que este número aumente ya que se sospecha que aparecerán nuevas transferencias realizadas a los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López.
La empresa Idea S.A. se encarga de manejar los hoteles de Cristina desde agosto de 2013. Hasta ese momento los mismos estaban a cargo de Báez, pero la relación con la ex mandataria comenzó a enfriarse después de la muerte de Néstor por presuntos manejos del dinero.
Las empresas de Sanfelice ya se encuentran intervenidas por orden del juez federal Claudio Bonadio, en el marco de la investigación de Los Sauces SA, la inmobiliaria de los Kirchner. Ahora, la aparición del informe de la UIF podría complicar aún más la situación.
Concretamente, las operaciones sospechosos involucran un monto de $ 3.769.920 en sólo seis meses. La UIF descubrió la recepción de pagos dudosos, como 2 millones por parte de Aerolíneas Argentinas, $500.000 de Austral Construcciones y $ 500.000 de Diagonal Sur, dos empresas de Báez.
Por su parte, varias empresas de Cristóbal López (ex empleador de Sanfelice), realizaron los siguientes pagos: $ 660.000 de CPC , $362.000 de Grupo Indalo, $685.250 de Los Notros, $298.000 de Lakaut y $839.000 Ganadera Santa Elena. Por su parte, en concepto de la administración de sus hoteles, la familia Kirchner le pagó a Idea S.A. $ 3,2 millones, mediante la cuenta Sucesión Néstor Kirchner.
Así, en poco tiempo, la empresa del socio de Máximo creció abruptamente y se declararon ingresos entre $25 y $36 millones, todo en concepto de pagos por diferentes servicios, realizados por otros sospechados de lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
Además, a la UIF le resulta sospechoso que una empresa dedicada al rubro de la administración hotelera (al menos ese es el declarado), realice transacciones con empresas constructoras o medios de comunicación. Por lo tanto, es probable que nuevas irregularidades sean detectadas conforme avance la investigación.