domingo, noviembre 12, 2017

La Agrupación de los Ortivas

En tiempos complicados para el kirchnerismo, surgen "delatores sin códigos".

La Agrupación de los Ortivas
Gioja y De Vido: duelo de cartas y reproches.
Tenemos un problema, Houston. ¿Ortiva va con v o con b? No está claro. Sí está claro desde el punto de vista semántico. Quiere decir batilana, que viene a ser una especie de delator sin códigos.
Una aclaración lingüística. Según José Gobello y otros expertos en lunfardo, ortiva va con v aunque se trata de batidor dicho al revés. Le sacaron la d para comodidad y economía de pronunciación.
Aclarado el punto, pasemos al motivo de esta controversia. Escribió el penado Julio De Vido, en situación de preventiva sobre dichos y actitudes o falta de actitudes de José Luis Gioja: "¿Sabe qué, compañero? Es de ORTIVA (con mayúsculas en el original) muy feo y contrario a las más caras tradiciones del peronismo".
 
 
 El compañero que ha dejado de serlo es justamente el varias veces gobernador de San Juan y actual jefe del PJ y diputado. Y ha dejado de serlo porque Gioja no lo defendió desde el partido frente al desafuero o porque al parecer anduvo negociando con el Gobierno. Para De Vido, Gioja es un verdadero ortiva vaya con v o vaya con b.
En la tercera entrega de la serie que bien podría llamarse Cartas de Furia a la Sombra, De Vido deja el lunfardo y el tuteo de lado y va derecho al grano.
Le dice a Gioja: "Sería un honor para mí que me haga expulsar del partido si piensa que soy un corrupto". Y después de otro "¿sabe qué?", añade: "Me haría un favor. Me da asco compartir con Bossio el mismo espacio".
Lo compartió muchos años cuando De Vido era ministro y Bossio director de la Anses. No dice que Bossio estuvo a punto de ocupar su puesto de ministro de Planificación. Por eso y no sólo por eso lo odia.
La carta anterior también desde la cárcel se la había destinado al "yo por De Vido no pongo las manos en el fuego" de Cristina.
Cristina no lo dijo pero cuanto menos sospecha o tiene información de que es un corrupto.
De una u otra manera, ella y Néstor compartieron más de 20 años con De Vido. Eso sí: De Vido se cuidó de ser tan brutal y agresivo con Cristina como lo es con Gioja, aunque de ella fue al fin la decisión de que el bloque no bajara al recinto para defenderlo.
El bloque del Frente para la Victoria está partido por mitades. Una le responde a Máximo y a La Cámpora y la otra, al kirchnerismo menos o más o menos ultra de Kunkel, Recalde y Di Tullio. Alguien de este grupo, la diputada Teresa García, fue quien propuso no poner la cara por De Vido. Gioja tampoco la puso. Pero la que ordenó borrarse fue Cristina.
 
 

Al ortiva u ortiba de Gioja, De Vido lo amenaza con las mismas armas: batir todo. Otro batilana.
Prometió que dará "precisas instrucciones" a sus abogados "para que procedan inmediatamente con las presentaciones ante la Justicia federal".
Traducido: va a contar la plata o en qué se gastó la plata que le dio a Gioja. Hay una pregunta obvia: si hubo coimas o corrupción ¿por qué lo permitió? Y si lo permitió, ¿por qué no lo denunció? Y hay un indicio: la lista de obras públicas en San Juan que recuerda en su carta.
Sin meterse en el baile de los ortivas, Gioja respondió defendiendo a De Vido y tratando de defenderse de De Vido. Dijo que no quería polemizar "con un compañero privado injusta e ilegalmente de su libertad".
Hasta ahí, claro. Y de ahí, oscuro: dijo que las obras que se hicieron en San Juan habían sido "hechas de buena fe". ¿Qué se entiende por buena fe en el mundo de las obras públicas de De Vido?
La diputada Teresa García fue quien propuso no poner la cara por De Vido. Gioja tampoco la puso. Pero la que ordenó borrarse fue Cristina.
Gioja también se colgó del pedido de De Vido para que se auditara la obra pública kirchnerista.
Sería fantástico que se conociera la verdad. Por qué el kilómetro de ruta costaba el doble de lo que cuesta ahora, qué pasó con los millones de Río Turbio, las rutas cobradas y nunca terminadas de Lázaro Báez, los gasoductos inconclusos, algún que otro barco fantasma con gas licuado, el destino de los subsidios al transporte y el origen de los bolsos de López. Y sigue la lista.
Nadie conoce más de todo eso que De Vido. Y nadie espera que vaya a destapar semejante olla.