lunes, abril 09, 2018


Una iglesia de Salamanca descubre que tiene un Rubens

El cuadro de San Agustín, ubicado en la iglesia de La Purísima, ha resultado ser del pintor flamenco

 

El cuadro de San Agustín, que acompaña a la «Inmaculada Concepción» de José de Ribera en el retablo de la iglesia de La Purísima de Salamanca, es obra del pintor flamenco Peter Paul Rubens. Así se desprende de la investigación realizada por el antiguo conservador jefe de pintura flamenca y holandesa del Museo del Prado y presidente de honor del Instituto Moll de Madrid, Matías Díaz Padrón, y del artículo publicado en la prestigiosa «Revue Belge d'Archeologie et d'Histoire de l'Art», editada por la Real Academia de Arqueología e Historia del Arte de Bélgica.
El artículo revela que el cuadro, cuyo nombre completo es «San Agustín meditando sobre el misterio de la Santísima Trinidad», no es una pieza italiana, como se creyó en un primer momento, ni de un autor desconocido de la pintura flamenca del siglo XVII, sino de uno de sus máximos exponentes, Peter Paul Rubens.
Así, Díaz Padrón explica en su trabajo que «la monumentalidad de la imagen», que revela al santo acompañado de un ángel mientras extiende su mano sobre un niño con la montaña y el mar en la lejanía, «está en consonancia con la estatuaria de tantos senadores de la Roma clásica que Rubens dibujó en su estancia en Roma».
Como explica el propio autor del hallazgo a Ical, «la estética y la calidad del estilo» en dicha pintura le llevó ya hace años a cuestionar el origen italiano de la obra, como lo es el del resto de pinturas que acompañan a la «Inmaculada Concepción» de Ribera en un «conjunto inamovible desde el siglo XVII». Así, «con toda la documentación existente de siglos atrás», certificó que el origen del cuadro de San Agustín era flamenco.
No obstante, el paso de los años y «la vista de la obra 'in situ'» le llevaron a reconocer «una imponente calidad del estilo de Rubens» que le hicieron plantearse que pudiera ser obra del afamado pintor neerlandés entre 1614 y 1620, «cuando trabaja con materia más sólida y dominio de los tonos locales y vivos», a diferencia de sus últimos años en los que realizó «una pintura más suelta».
Esa observación que mostraba «motivos para pensar que es de Rubens» embarcaron al experto en arte flamenco a una investigación que se pudo resolver en los últimos años, tras el hallazgo de un grabado en los fondos de los archivos monumentales de la Biblioteca Nacional de Amberes, y del boceto de la obra poco antes de su subasta pública en Londres en 2015, tasada inicialmente por poco valor al considerarse realizada por un alumno de la escuela de Rubens, y que tras el hallazgo de Díaz Padrón fue retirada y puesta a la venta meses después por Christie's en Nueva York como un original de Rubens por un precio mucho mayor.
No obstante, y como explica el propio autor del hallazgo, quedaba por averiguar la llegada de esta obra a la iglesia de La Purísima de Salamanca en la segunda mitad del siglo XVII, puesto que el benefactor de dicho templo, el VI conde de Monterrey, adquirió la mayoría de las obras durante su estadía en Italia como virrey de Nápoles. Sin embargo, el hallazgo de que la sucesora en el Condado de Monterrey tuvo por marido a Juan Domingo de Haro, que fue gobernador de los Países Bajos en los años 70 del siglo XVII, explican que «fue este el que trasladó la obra de Rubens a Salamanca».
«Es una obra distinta que choca con el resto del retablo, totalmente italiano», señala Díaz Padrón, para quien el descubrimiento de que «San Agustín meditando sobre el misterio de la Santísima Trinidad» es de Rubens, «con la garantía y el peso de la publicación por el máximo organismo del mundo del arte de Flandes», supone «algo muy importante para Salamanca, porque es una obra que forma parte del patrimonio de una nación y no tiene precio».